Supervivientes, una mirada sobre la realidad del suicidio - Alfa y Omega

Supervivientes, una mirada sobre la realidad del suicidio

La semana pasada se presentó en Madrid el documental Supervivientes. La cinta, que cuenta con el testimonio de familiares de personas que se han suicidado y también con supervivientes al suicidio, quiere romper el silencio y ayudar a prevenir las 3.500 muertes que cada año se registran en España por este motivo

Rosa Cuervas-Mons

El suicidio es la primera causa de muerte en España entre los varones de 25 a 34 años, por encima de los accidentes de tráfico y de enfermedades como el cáncer. Sólo en 2012, en España se quitaron la vida 3.539 personas según el INE y, en todo el mundo, la cifra sobrepasa el millón.

Esta devastadora estadística, unida al hecho de que tanto la sociedad como los medios de comunicación parecen ignorar esta realidad, llevó a Pablo Ferrán e Itziar Bernaola a dirigir el documental Supervivientes, una cinta con testimonios de familiares de fallecidos por esta causa y también de dos supervivientes reales, que intentaron quitarse la vida y hoy se alegran de no haberlo conseguido. Este documental se presentó el 23 de abril en el centro cultura Matadero, de Madrid.

Convencida de que abordar esta realidad no sólo no favorece el conocido como efecto llamada, sino que puede ayudar a prevenir el suicidio, Itziar Bernaola explica a Alfa y Omega que estas muertes provocadas están rodeadas de un gran silencio, incluso entre los familiares de las víctimas, que luchan en solitario con las preguntas, la vergüenza o el miedo. Tanta soledad rodea al suicidio, que encontrar familiares que quisieran abordar a cara descubierta esta realidad fue el primer gran reto del documental. Se superó, y junto a esos testimonios están los de profesionales sanitarios, que recuerdan que la enfermedad mental está presente en más del 90 % de los casos -de ahí la importancia de la prevención-, e incluso cuenta con la participación de Elena, una joven que intentó quitarse la vida varias veces y acabó quedando parapléjica.

Hoy, recuperada y a punto de contraer matrimonio, Elena considera que ha vuelto a nacer y sorprende al espectador con una enorme sonrisa. Ella es el mejor ejemplo de que la prevención es necesaria y, sobre todo, el mejor ejemplo de que nunca hay que perder la esperanza.