Muchos niños, por diferentes motivos, no pueden salir de su ciudad en verano. Quizá sus padres tienen que trabajar, o están en paro y no tienen dinero para pagarse unas vacaciones. Para ellos, Cáritas organiza colonias urbanas. En Madrid, ha habido diez, en las que han participado 420 niños y jóvenes. Los acompañan 35 monitores y 80 voluntarios. Ana Leyre es una de las voluntarias, y nos cuenta que, durante los 15 días que duran las colonias, ofrecen a los niños «una alternativa para que no estén sin hacer nada o encerrados en casa. Vamos al parque, hacemos juegos con agua, actividades educativas como ir a un parque de seguridad vial y yincanas. Por ejemplo, hicimos una sobre el cuidado y la higiene personal». En estas actividades, hay niños de entre tres y 16 años, se fomenta que «los niños más mayores se preocupen de los más pequeños, que todos cuiden de todos. Les ayudan a vestirse, a comer, esto ayuda a que ellos se sientan útiles y necesarios dentro del grupo».