Cristo en las calles - Alfa y Omega

Cristo en las calles

Rosa Cuervas-Mons

Se han encontrado con pobres que viven en un cajero y que son de Rosario, oración y Misa diaria. Ellos, los Jóvenes de San José, saben mejor que nadie que Dios está en las calles, y que ese mendigo que vive en un banco es presencia de Cristo vivo –tuve hambre, y me diste de comer…-. Este viernes, se une a ellos el cardenal Raymond Leo Burke, Prefecto del Tribunal de la Signatura Apostólica, que visita Barcelona para vivir con esta asociación caritativa, de inspiración claretiana, la salida a las periferias que reclama el Papa Francisco.

Después de pronunciar una conferencia sobre El deber cristiano de la defensa de la vida y la familia, el cardenal peregrina, el sábado 24 de mayo, a la basílica de Nuestra Señora de Montserrat, donde se vivirá una especialísima celebración eucarística con más de 2.000 personas.

Y es que, ese sábado, algunos de los necesitados atendidos por los Jóvenes de San José recibirán la Primera Comunión o se confesarán por primera vez. «De estos casos hay cinco», puntualiza el Presidente de la asociación, Marcos Vera, «pero personas que se van a confesar el sábado y que llevan sin hacerlo desde la Primera Comunión hay muchas más». Todos compartieron un retiro espiritual el pasado martes, como anticipo de la celebración del sábado, y la ilusión que desprendían era emocionante, recuerda Vera: «Tienen hambre de Cristo». Conscientes de que su labor no es sólo repartir un plato de comida entre los hambrientos, explican a Alfa y Omega que el mundo entero tiene hambre de Cristo pero, lamenta Vera, «no nos atrevemos a salir a las calles y decir a la gente Cristo te ama».

Los Jóvenes de San José sí se atreven. Salen a la calle y se acercan a esos hombres y mujeres que han hecho de la calle su hogar y que se han reencontrado con Jesús a través de las palabras y los bocadillos de unos jóvenes que se saben instrumentos de Él: «Te sientas al lado del pobre, rezas y dejas que Dios hable, porque, si hablas tú, la fastidias. Cristo convierte; nosotros, no».