André Frossard, el día de su muerte: «Europa tiene cada vez menos alma» - Alfa y Omega

André Frossard, el día de su muerte: «Europa tiene cada vez menos alma»

«Europa tiene cada vez más miembros y cada vez menos alma», se lamentaba André Frossard en su breve artículo diario en Le Figaro el mismo día de su muerte, el jueves 12 de febrero de 1995. Lo que le une hoy es el interés, que es «un agente de cohesión eficaz cuando los asuntos marchan bien». En épocas de vacas flacas, sin embargo, «no hay explosivo más poderoso». El auge de los nacionalismos populistas y euroescépticos le da hoy la razón

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Europa, se titulaba el último artículo de André Frossard, escritor y pensador francés, amigo de Juan Pablo II, en su sección diaria que publicaba en Le Figaró, bajo la rúbrica de Cavalier Seul.

La UE tenía entonces 15 miembros, con la reciente incorporación de Austria, Finlandia y Suecia. Tres años antes el proceso se había refundado en con el Tratado de Maastricht, por el que la Comunidad Económica se convertía en una Unión, y estaba cerca el lanzamiento de la moneda única. Se preparaba también la ampliación al Este, culminada finalmente entre 2004 y 2013.

Parecía un gran momento para los europeístas, pero Frossard no lo tenía tan claro. Sin alma, y sin otro «agente de cohesión» que el interés, Europa seguiría adelante mientras la economía fuera bien, pero se desharía cuando llegaran tiempos peores.

Hoy, casi 30 años después de su muerte, los nacionalismos populistas y euroescépticos espera lograr en las elecciones al Parlamento Europeo sus mejores resultados desde la Segunda Guerra Mundial.

Cavalier Seul

Europa

«Europa tiene cada vez más miembros y cada vez menos alma. Tuvo una en otro tiempo, que se llamó cristianismo, y que la protegió más de una vez de lo peor. Hoy, Europa no tiene más alma ni pensamiento y ha depositado todo en el interés material, el interés inmediato, la ganancia. Si el interés es, en efecto, un agente de cohesión eficaz cuando los asuntos marchan bien, cuando éstos van mal, no hay explosivo más poderoso».

André Frossard