¿Qué hace Manuela Carmena en el Vaticano? - Alfa y Omega

¿Qué hace Manuela Carmena en el Vaticano?

La alcaldesa de Madrid ha sido una de las participantes en un taller organizado este martes y miércoles por la Academia Pontificia de las Ciencias. El Papa Francisco quiere que los alcaldes se sumen a su lucha contra la esclavitud y el cambio climático

Jesús Colina. Roma
El Papa, reunido con los alcaldes la tarde del martes en el Aula del Sínodo

A poco más de un mes desde su nombramiento como alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena ha visitado el Vaticano. Ha sido invitada junto a otros sesenta alcaldes de grandes ciudades, gobernadores de todos los continentes y representantes de Naciones Unidas a participar en el taller organizado por la Academia Pontificia de las Ciencias sobre Cambio climático y nuevas formas de esclavitud moderna, que tuvo lugar el martes con la participación del Papa Francisco. Todos los alcaldes invitados respondieron afirmativamente a la invitación, con la excepción de Boris Johnson, alcalde de Londres, que ya tenía otros compromisos.

Es destacable la alta participación de alcaldes africanos, como es el presidente de la asociación de alcaldes de Senegal, país de origen de un alto número de mujeres víctimas de trata que llegan a Europa. También han estado presentes los alcaldes de Johannesburgo (Sudáfrica), Acra (Ghana), Gaborone (Botsuana), el gobernador del Estado de Edo (Nigeria), Abiyán (Costa de Marfil) y Libreville (Gabón). Llamativa es igualmente la presencia del alcalde de Teherán. Otros participantes han llegado desde París, Oslo, Roma, Río de Janeiro, Estocolmo, Bogotá, San Francisco o California.

Compromisos concretos

El taller buscaba convertir en compromisos concretos las propuestas que el Papa Francisco hace en su encíclica Laudato si, pero lo más significativo del encuentro ha sido que el Papa haya querido asociar el cambio climático con las «nuevas formas de esclavitud moderna». Francisco envió al organizador del evento, el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias, una nota de su puño y letra en la que decía textualmente: «Marcelo, creo que sería bueno tratar sobre trata de personas y esclavitud moderna. La trata de órganos puede tratarse en conexión con la trata de personas. Muchas gracias».

Según nos ha explicado monseñor Sánchez Sorondo, «los fenómenos climáticos provocados por seres humanos, junto a una cultura del relativismo, llevan a una persona a abusar de otra como un mero objeto, obligándola a trabajos forzados o reduciéndola a un estado de esclavitud. Para el Papa Francisco esta es la misma lógica que lleva a abusar sexualmente de los niños o abandonar a los ancianos que no sirven para los propios intereses».

De hecho, el taller de trabajo ha servido para constatar las dos emergencias que vive la humanidad: La crisis del clima y la crisis social. En el origen de ambas, de una u otra forma participa el ser humano. El objetivo del taller, según Sánchez Sorondo, «es que la sociedad entera tome conciencia de estos fenómenos y de las responsabilidades humanas de estas crisis y que reaccione con firmeza, como un nuevo imperativo moral, a favor del bien común».

El taller ha concluido con un documento firmado por todos los participantes en el que, de manera particular, los alcaldes se han comprometido a tomar medidas específicas para luchar contra las nuevas formas de esclavitud moderna. Y es que Francisco es muy pragmático. Si bien es consciente de la importancia de los gobiernos en la agenda global, sabe perfectamente que las políticas se hacen concretas en la vida del vecindario. De ahí ha surgido la idea de convocar por primera vez a alcaldes en el Vaticano. «En el ámbito moral fundamental –aclara monseñor Sánchez Sorondo– las ciudades, con sus alcaldes, desempeñan un papel clave. Actualmente, de hecho, la mayor parte de la humanidad se concentra en las áreas urbanas y esta tendencia está llamada a crecer».

La emancipación de los pobres

En conclusión, aclara el arzobispo argentino, en el taller se ha subrayado cómo «los pobres y los excluidos, a pesar de que inciden mínimamente en el cambio climático, son los más expuestos a las terribles amenazas de las perturbaciones climáticas provocadas por el hombre. Sin embargo, hoy la humanidad tiene a disposición los conocimientos científicos, los instrumentos tecnológicos, y los medios financieros para cambiar esta tendencia, acabando al mismo tiempo con la pobreza extrema a través de soluciones que incluyen energías renovables y bajas emisiones de gases con efecto invernadero».

El Papa ha unido a los alcaldes en torno a los mismos objetivos que plantea su última encíclica: una ecología integral, humana, que no sólo tenga en cuenta las exigencias del medioambiente, sino también la dignidad de cada persona humana.

Del congreso, por boca de monseñor Sánchez Sorondo, ha surgido además una idea para financiar el esfuerzo que exige la lucha contra la exclusión y los factores humanos que influyen en el cambio climático: «La búsqueda incesante de la paz, que permitiría una redistribución del presupuesto público destinado gastos militares para dedicarlos a inversiones urgentes a favor de la inclusión social y del control eficaz de las emisiones, particularmente en las ciudades».

El objetivo es que los alcaldes «se comprometan favoreciendo en nuestras ciudades la emancipación de los pobres y de quienes sufren condiciones de vulnerabilidad, reduciendo sus riesgos ante eventos catastróficos derivados de profundas alteraciones de carácter ambiental, económico o social, terreno fértil para las migraciones forzadas y para la trata de seres humanos», concluye el arzobispo Sánchez Sorondo.

¿Se quedará todo en bonitas palabras? Cada uno de los ciudadanos de las ciudades que representan estos alcaldes tiene la responsabilidad de apoyarlos en la aplicación de estos compromisos y de exigirles cuentas, como sucede en toda democracia.

Manuela Carmena: «El Papa es un ejemplo»

A la nueva alcaldesa de Madrid le gusta el Papa Francisco. Así lo aseguró en sus declaraciones a varios medios de comunicación durante uno de los descansos del taller. «El Papa es un ejemplo», afirmó. Y reconoció su aprecio «por cualquier autoridad, sea religiosa, local o política, que ejemplarice, que tenga una actitud didáctica a través de su ejemplo». La misma buena opinión tiene del arzobispo de su ciudad, monseñor Carlos Osoro, a quien fue a visitar la semana pasada. Carmena señaló que, de momento, en lo que le ha conocido, le parece una persona «ejemplar». Además, la alcaldesa se fía «de lo que me cuentan mis amigos que trabajan con él». Uno de ellos –dijo– es José Luis Segovia, nuevo vicario encargado desde hace un mes de la Pastoral Social de la archidiócesis.

Durante su intervención en el taller, Carmena hizo hincapié en la importancia de «reflexionar sobre las causas» de la trata de personas. Como herramienta, propuso unos videos para poner en clase a los adolescentes, realizados por la Fundación Lydia Cacho, «que hacen que se pregunten por qué uno acepta la prostitución». Explicó además que uno de los programas del Ayuntamiento busca conectar a mujeres víctimas de la explotación sexual. Sobre el cambio climático, la alcaldesa habló de la existencia de emisiones contaminantes en Madrid, y señaló que una de sus prioridades es restringir el tráfico para reducirlas. «Mi equipo va en metro; es importante que los madrileños vean el ejemplo».