Teología de la Vida consagrada

Desde el Concilio Vaticano II se ha avanzado mucho en la comprensión teológica de la invitación a la vida de perfección cristiana, en particular, sobre lo referido a la vocación universal a la santidad. Existe una sana tensión entre los dos caminos tradicionales de la respuesta a la llamada universal a la perfección, a la santidad: la vida bautismal del fiel cristiano y la vida de quien profesa los tres consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. Si los cristianos tienen un único deber esencial, que nace de una igualdad fundamental, la profesión de los consejos imprime una configuración específica tanto a la existencia individual como a la santidad de la Iglesia. La invitación a dejarlo todo por Cristo no se limita sólo a la categoría particular que hemos denominados de los religiosos. La enseñanza de Jesús concierne a todos. Sin embargo, la vida de donación de sí total e incondicional, que caracteriza el estado de vida consagrada, constituye el gran signo, para la Iglesia y para el mundo, de que la obra de la redención permanece siempre actual. Para el teólogo de Basilea, la respuesta del consagrado, a través de los consejos evangélicos, representa un arquetipo. El esfuerzo por explicar los elementos constitutivos de la consagración, su forma, la profesión de los votos entendida como compromiso definitivo en el seguimiento de Jesús y la triple ofrenda personal de sí al Señor y a la misión, están contexualizados, en estas páginas, desde un profundo conocimiento de la naturaleza de la vida de la gracia.

Nos encontramos, por tanto, con seis textos hasta ahora inéditos en español de Hans Urs von Balthasar, que son como seis miradas de fe que nacen del misterio de la vida de Cristo. El primero, Sobre el estado religioso, con el que presenta las reglas de vida de cinco hijos ilustres de la Iglesia, fue publicado inicialmente en 1948 y posteriormente en 1961. Los tres siguientes, Sobre la teología del voto religioso, Los tres consejos evangélicos y Una vida disponible para Dios, vieron a la luz en 1971. El quinto trabajo, Vocación, es de 1979. Y el último, que contiene un estudio añadido sobre la tarea de promover la vía y la vida del seguimiento sine glossa de Cristo como origen permanente de la Iglesia, es del año 1966. Tal y como dejó escrito Cornelia Capol, colaboradora de Balthasar y editora de su obra, «estos textos irradian una gran alegría interior, de ellos procede un profundo amor a la realidad, aquí se abre un camino…».

Profundizar en la teología de la vida consagrada implica adentrarse en lo más granado de la vida de la Iglesia. De hecho, si hay algo evidente es que la vida consagrada es central para la existencia y misión de la Iglesia. Y lo que es central en la Iglesia tiene que ver con todos los miembros, no solo con unos pocos. A todos se pide la radicalidad del amor, pero no a todos se pide dejar todo para observar la instrucción del Ven y sígueme.