José Carlos Zancajo Sastre: «Seré feliz cuando no vea sufrir a la gente» - Alfa y Omega

José Carlos Zancajo Sastre: «Seré feliz cuando no vea sufrir a la gente»

El padre José Carlos Zancajo Sastre (Ávila, 1948) lleva toda su vida en la Legión de Cristo y, los últimos 30 años, en Venezuela. En una nación que también ha vivido y vive momentos difíciles, ha sido impulsor del Regnum Christi y de su obra educativa y apostólica. El próximo 15 de octubre será el nuevo director territorial de la Legión de Cristo y el Regnum Christi en España

Redacción

¿Cree usted en Dios?
Creo, Señor, pero aumenta mi fe.

¿Cree usted en Jesucristo?
Señor, Tú lo sabes todo: Tú sabes que te quiero.

¿Cree usted en la Iglesia?
Creo en la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica. En Ella nací, en Ella he vivido y en Ella quiero morir con el auxilio divino.

¿Qué es para usted la Legión de Cristo?
Madre de mi vocación sacerdotal, camino de mi santificación, instrumento de mi apostolado, mi familia espiritual.

¿Y el movimiento Regnum Christi?
La Iglesia en pequeño, campo y método de mi apostolado.

Tras estar toda su vida fuera de España, vuelve a su tierra. ¿Qué siente?
Me siento un poco perdido. España debe ser otra muy distinta de la que yo conocí hace 40 años. Es la tierra prometida desconocida donde Dios me lleva ahora que ya no soy tan joven. Asusta un poco.

¿Tiene familia en España? ¿Ya la ha visitado?
Tengo a mi anciana madre, cuatro hermanas, nueve sobrinos, cuñados… (mi padre y mi hermano ya murieron). Hace tres años que no veo a mi familia; espero verlos pronto, Dios mediante.

Entró en la Legión con 11 años. ¿Recuerda algo de cómo era entonces su relación con Dios?
Sí: Fresca, intensa, alegre. Mucha eucaristía, mucha devoción a la Virgen, mucho amor a las almas.

¿Cómo le dijo Dios quiero que seas sacerdote?
Poco a poco. Dios no me habló al oído, sino por los acontecimientos, las experiencias de la vida, los contactos humanos. Me habló poco a poco, sí; pero muy claramente. Algunas experiencias inefables de Dios me lo ratificaron.

Y usted: ¿cómo le respondió?
También poco a poco. El descubrimiento de los problemas y necesidades de los hombres, de la Iglesia… era un reclamo creciente a hacer algo y no pasar al lado con indiferencia. El sacerdocio en la Legión de Cristo ha sido mi respuesta.

Viene como Director Territorial de la Legión de Cristo y del Regnum Christi, ¿cuáles van a ser sus principales objetivos?
Vivir las directrices del Capítulo General con todos mis hermanos, Legionarios y miembros del Regnum Christi. Espero que todos estemos de acuerdo en eso y Dios nos dé humildad y generosidad.

¿Por qué ha aceptado esta misión? ¿Cómo se lo propusieron y qué pensó cuando sucedió?
Acepté por obediencia. Me la propusieron a bocajarro por e-mail. Pensé que debía haber mejores opciones que yo, pero no me cuestiono los mandatos de mis superiores legítimos: Oboedientia et pax.

Participó en el Capítulo General de la Legión de Cristo. ¿Qué ha significado para usted?
El Capítulo fue para mí una gracia de iluminación y renovación personal. Llegué con miedo a lo desconocido (llevaba 30 años en la periferia) y a la turbulencia institucional que atravesamos. Pero salí contento de haber participado y salí decidido a vivir según sus inspiraciones y directrices, que la Iglesia ha ratificado.

¿Qué opina de la autonomía de la vida consagrada?
En el Capítulo se habló mucho de esta realidad nueva. Es un hecho que la rama consagrada ha alcanzado la madurez para organizar su propia vida. El punto difícil es armonizar varias y diversas «autonomías» (del Regnum Christi, de Legionarios de Cristo, de consagrados/as) en el manejo de las realidades apostólicas, espirituales y materiales que compartimos. El Espíritu Santo nos irá dando las soluciones correctas, si somos dóciles a sus verdaderas y probadas inspiraciones.

¿Qué considera que pueden aportar los laicos no consagrados del RC?
Cada uno tenemos una vocación dentro del Cuerpo Místico de Cristo, según los Designios de Dios, donde todos somos importantes. La Iglesia ha dicho: Es la hora de los laicos, es decir, el trabajo de evangelizar es también su responsabilidad, como fue en los primeros siglos, antes de que se formara una clerecía omnipresente. Por eso o los laicos católicos asumen sus compromisos bautismales, o la obra de Cristo Redentor no llegará a millones de personas que tanto lo necesitan.

¿Habrá transición con el padre Jesús María? ¿Cómo lo van a hacer?
Sí habrá; tiene que haberla, pues yo soy neófito en estas lides del gobierno y desconozco el terreno donde voy a tener que trabajar. Yo confío totalmente en el padre Jesús María para organizar esta transición; tuve la oportunidad de conocerlo durante el Capítulo e hicimos buenas migas. Ahora le toca diseñar el trasvase de su rica experiencia a mi completa ignorancia. Y ya se sabe: Nunca el discípulo aventaja al maestro. Aviso.

En España, el Regnum Christi cuenta con 7 colegios y 1 universidad. ¿Qué aporta el Regnum Christi a la educación? ¿Cuál diría usted que es la esencia de nuestras obras educativas?
Lo esencial es que, además de dar un servicio específico educativo de calidad, sean evangelizadoras, favorezcan el conocimiento y la experiencia de Cristo Salvador. Y el Regnum Christi es eso mismo: personas de calidad humana y profesional, con un testimonio personal de la salvación que nos da Jesucristo y que queremos compartir con el mayor número posible de personas, por amor de caridad.

Profesor en la Cátedra de Ética de la Universidad Metropolitana de Caracas… ¿Eso para qué sirve?
Sirve para ayudar a pensar antes de tomar decisiones; valorar, anticipar y asumir las consecuencias de nuestra libertad. Soy socrático, mayéutico.

¿Cómo ha experimentado usted el carisma del Regnum Christi? ¿Cómo lo explicaría?
¡Tema complejo! Los carismas de Dios son para ayudar a la Iglesia y a la Humanidad. El Concilio Vaticano II y los grandes Papas del siglo XX han señalado que, a pesar de tanto progreso material, el mundo se apaga y muere por falta de presencia viva de Jesucristo, nuestro Dios y Salvador: los jóvenes, las familias, la actividad económica y cultural, en todas sus vertientes, adolecen de inmediatismo y mucho egoísmo; presenciamos una recaída general en el neo-paganismo. Hoy podemos sentir el mismo agudo desasosiego interior de san Pablo al recorrer la ciudad llena de ídolos, que dejan a los hombres frustrados y engañados. ¿Qué hacer? Lo mismo que san Pablo: El amor de Cristo nos apremia. ¡Ay de mí si no evangelizo!, porque no hay otro nombre en que podamos encontrar salvación que el Nombre bendito del Señor Jesús. ¿Cómo hacerlo? Debemos ser eficientes sin temor, porque los recursos son escasos para tan ingente tarea: Concentrarnos en algunos programas y obras de mayor alcance e incidencia, según las circunstancias; despertar responsabilidad evangélica y liderazgo en cualquier persona, porque la mies es mucha y los obreros pocos. Y ser santos hoy, por encima de todo. En resumen: Urgencia, eficacia, celo ardiente en el servicio apostólico.

¿Qué es el futuro?
Lo que Dios me amará.

¿Y el pasado?
Lo que Dios me ha amado.

Fue el director del primer equipo de consagrados del Regnum Christi. ¿Qué conoció de esa vocación durante aquel tiempo?
Era la fundación; casi nada estaba definido, salvo un par de cosas: esos jóvenes deberían tener una excelente formación profesional y espiritual, y luego deberían ser capaces de ejercer un liderazgo notable en su medio ambiente, precisamente por la fuerza de su consagración a Jesucristo y por su excelente preparación.

Por cierto: En aquel equipo estaban el padre Álvaro, el propio director general el padre Eduardo, el padre Florencio… ¿pero qué les dio?
Tratábamos de ser una familia. Yo les daba la formación espiritual (y algunas patadas en el fútbol cuando mi equipo perdía), pero ellos organizaban su apostolado, sus estudios profesionales, su trabajo. Yo viví feliz con ellos y guardo recuerdos que todavía hoy me entusiasman. Era un grupo excepcional, a mi modo de ver.

¿Quién es el padre Marcial Maciel para usted? ¿Le conoció? ¿Está superado el pasado? ¿Se cernirá su sombra para siempre sobre nosotros?
Para mí es y será siempre el fundador de la Legión de Cristo y el Regnum Christi. Lo conocí bastante de cerca entre los años 74-81, y a mí nunca me dio el menor mal ejemplo; al contrario, fue para mí un gran estímulo para ser un buen sacerdote, lleno de celo apostólico y enamorado de Jesucristo. Para mí ha sido una tragedia inexplicable todo lo que se descubrió después. Como dijo Benedicto XVI es una figura enigmática. Lo sucedido nunca se puede borrar. Hago mío lo dicho al respecto por el Capítulo: Al ponderar la gravedad del mal y el escándalo causado, nos sabemos bajo la mirada misericordiosa de Dios que con su providencia sigue guiando nuestros pasos. Uniéndonos a Jesucristo esperamos poder redimir nuestra historia dolorosa y vencer con el bien las consecuencias del mal. Sólo así podremos encontrar sentido evangélico a lo sucedido y construir nuestro futuro sobre los sólidos fundamentos de la confianza en Dios, la fidelidad a la Iglesia y la verdad (…). Los sucesos de estos años marcarán la identidad y la vida de nuestra congregación. A la luz de la Providencia divina podemos acogerlos, afrontarlos y transformarlos en eslabón para una nueva etapa de nuestra historia.

¿Lee? ¿Escucha música? ¿Le gusta el campo? ¿Algún hobbie?
Me gusta mucho leer. Disfruto leyendo, sobre todo buenas biografías, historia y temas de actualidad; no leo mucha novela porque no me da el tiempo. La música me descansa y me anima, la clásica, la clásica popular… aunque mi sordera no me ayuda mucho para apreciar los matices. Lo siento. Siempre me ha gustado el campo, la naturaleza, pues es un libro abierto que habla del Creador; soy hijo de campesinos y me fascina el diseño inteligente que aparece en toda la Creación.

Después de 30 años en Venezuela, ¿qué se trae y que se deja?
Dejo un millón de amigos y algunas buenas obras materiales y espirituales. Me traigo las angustias de un país maravilloso que no acaba de encontrar el camino de la modernización y del progreso para todos, y ensaya fórmulas fracasadas que lo retrasan más. Dios lo asista con buenos dirigentes que es lo que más necesita; como decía el juglar del Mío Cid: ¡Qué buen vasallo sería, si tuviese buen señor!

Santa Teresa de Jesús.
Es un buen ejemplo de la soberana elección divina y de respuesta generosa. Conozco todas sus obras. También de san Juan de la Cruz. Son grandes maestros de vida espiritual, de amor a Jesucristo: Nada te turbe, la paciencia todo lo alcanza, solo Dios basta. Cantaré eternamente las misericordias del Señor. Son un regalo de Dios para España.

Un mensaje para todos los miembros del Regnum Christi de España
Lo que nos dijo Juan Pablo II: Si sois lo que tenéis que ser, prenderéis fuego al mundo entero.

¿Es usted feliz?
No me faltan momentos de profunda alegría. Pero seré feliz cuando no vea sufrir a la gente. Mientras tanto, trato de dar y recibir compasión y misericordia.

Legionarios de Cristo / Redacción