Un Máster para ser voz de los sin voz - Alfa y Omega

Un Máster para ser voz de los sin voz

La Fundación Crónica Blanca, en colaboración con la Universidad CEU San Pablo, presenta para el curso 2013-2014 el Máster Propio Universitario de Periodismo Social. Dirigido a licenciados o graduados universitarios de cualquier carrera, el máster ofrece los contenidos y herramientas prácticas -tanto en prensa como en radio, televisión y nuevos medios- necesarias para realizar un periodismo social, «definido por tres características», según explica el Presidente de la Fundación Crónica Blanca, Manuel María Bru: «Un periodismo de responsabilidad social, porque tiene como fin la comunión y el progreso entre los pueblos; un periodismo de especialización en el que primen los contenidos sociales; y un periodismo desideologizado con criterio y sensibilidad social, con capacidad tanto de denuncia como de proposición, que sea voz de los sin voz»

Cristina Sánchez Aguilar

¿Por qué necesitan los medios de comunicación periodistas especializados en lo social?
Por tres razones: porque el periodismo social esta a la cabeza del interés informativo, según esa vieja norma de la información periodística no escrita, de que «a la gente le interesa la gente»; porque no aborda una realidad simple, sino muy compleja, que requiere formación en todos los temas relacionados con la llamada cuestión social, y que corre el peligro de estar muy condicionada ideológicamente; y porque para el periodista no hay mayor dignidad profesional que la de poder ser voz de los sin voz.

¿En qué se diferenciaría un profesional que haya obtenido el titulo del máster, y otro que no, a la hora de desempeñar su trabajo?
El máster, sobre todo un máster propio como este (los oficiales están más orientados al doctorado y por tanto a la docencia), muy práctico, es el complemento perfecto en la formación profesional de un graduado. Aporta dos cosas fundamentales: una especialización concreta (en este caso el periodismo social), y un estilo también concreto de hacer periodismo (en el caso de los masters vinculados a MCS, el estilo concreto del medio correspondiente; en este caso, el estilo de Crónica Blanca: periodismo con rostro humano). El buen profesional necesita de estos dos haberes en su aprendizaje y experiencia que le permiten distinguirse en algo, por ejemplo, a la hora de postularse para una oferta de trabajo.

¿Qué valor diferencial ofrece este máster frente a otros de periodismo especializado?
Una temática de permanente importancia e interés y al tiempo de rabiosa actualidad; una sensibilización especial de gran complicidad personal (de ahí nuestro eslógan de que si quieres cambiar el mundo y no sólo hablar de el, éste es «el máster de tu vida» no sólo profesional sino también personal), y una dedicación profesional, personal y sin medida de sus promotores y profesores que, además de aportar su saber y su experiencia, se dan ellos mismos por completo al entender este máster desde una perspectiva muy vocacional.

Lo social, por desgracia, suele ser el último invitado a la agenda del día en los medios más generalistas. Y si lo es, es para dar malas noticias. Aunque el efecto Francisco ayude, no ha solucionado del todo esa carencia de lo social, y sobre todo, de lo social tratado desde la esperanza. ¿Qué tiene que cambiar en la concepción de los medios para que lo más propiamente humano pase a primer término?
Un cambio en profundidad y, a largo plazo, en este sentido supone un cambio de mentalidad personal, cultural y social de gran magnitud. Podemos decir que la cultura dominante, en la que pesa mucho la mentalidad individualista y materialista del liberalismo ideológico y económico, es un gran impedimento. Pero hay otros caminos que urge aprovechar a corto y medido plazo, como son una mayor sensibilidad social y mediática debida a la crisis económica y como es también siempre el potencial de idealismo y de generosidad de los jóvenes, que es propio de las actuales nuevas generaciones, pero que no siempre encuentra cauces suficientes, sobre todo en el ámbito de su desarrollo profesional, que pueda ofrecer un servicio a la sociedad desde el trabajo, y no sólo desde el voluntariado y el tiempo libre.

¿Cómo se puede conjugar la Doctrina Social de la Iglesia con el periodismo? Hay muchos intereses económicos y políticos que terminan repercutiendo en el trabajo final del profesional…
La DSI viene a ser el gran antídoto para que el periodismo y el periodista social no caiga en la trampa de las ideologías reductivas al uso que siguen teniendo un peso intelectual en la cultura dominante a la hora de analizar la realidad y la actualidad social, sobre todo las dos grandes ideologías político-económicas de los últimos dos siglos: marxismo y liberalismo. La DSI, en cambio, ofrece una cosmovisión y unas claves universales de interpretación que son sus principios y valores, sobre todo el valor sagrado y fundamental de la dignidad humana.

¿Qué herramientas se otorgan a los alumnos para que puedan aplicar la DSI al trabajo diario?
La formación en la DSI en el máster es doble: por un lado la formación sistemática con asignaturas como Pensamiento Social, conferencias y mesas redondas con expertos en DSI, cine y documental social. Pero por otro lado todas las demás asignaturas, sobre todo la de análisis permanente de la prensa, están concebidas para un constante contraste de la actualidad social y de su tratamiento desde la DSI.

Hay que tener una sensibilidad especial para elegir este máster. ¿Hay interés entre los jóvenes profesionales de hoy, o tira más el fútbol?
La sensibilidad social es a la vez el gran requisito para querer y poder este máster como uno de los principales objetivos formativos del mismo, porque es la principal condición para un buen periodismo social. No es ni una especialización para cualquiera ni su formación en este máster una formación para cualquiera, claro está. Requiere, al menos, una visión personal y profesional de la sociedad libre de connotaciones frívolas y superficiales, que les es más fácil camuflarse en un mal planteado periodismo del corazón (o del hígado) y deportivo. Mal planteado porque, por ejemplo, hasta el periodismo deportivo puede quedar corregido con las claves del periodismo social, si no censurase tres aspectos fundamentales de la actualidad deportiva como son la denuncia de los excesos en las ganancias de los clubes y de los mismos deportistas que agravan la brecha social, los privilegios y fraudes fiscales, y las repercusiones positivas y negativas de los estereotipos y liderazgos de los deportistas en la dimensión social de la educación.