Gil Tamayo avala la decisión de repatriar a los misioneros con ébola - Alfa y Omega

Gil Tamayo avala la decisión de repatriar a los misioneros con ébola

Redacción

«Nuestro Gobierno ha hecho una buena labor en correspondencia a lo que están haciendo los países desarrollados con sus ciudadanos que se dedican a los demás»: así defendió la repatriación de los misioneros con ébola el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil, en una entrevista a Radio Nacional de España.

Según el portavoz, «hay 13.000 misioneros españoles en todo el mundo que no son gente apátrida, son nuestra gente y quizá el mejor rostro de esta imagen de marca de España». Gil Tamayo aseguró que «cuando se abandonan por motivos políticos escenarios del mundo porque no hay intereses económicos de los que beneficiarse, ahí están los misioneros». Por eso, «la ciudadanía tiene que comprender que hay claves de servicio, de humanidad, que están más allá de rentabilidades políticas», añadió.

Esta afirmación la comparte el  arzobispo de Toledo y presidente de la Comisión de Misiones de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Braulio Rodríguez. El arzobispo ha señalado que «no se puede buscar el chivo expiatorio de que los misioneros sean los culpables de lo que está pasando en España. Eso sería muy miserable y yo no lo aceptaría».

En una declaración realizada durante la presentación de la Jornada Mundial de las Misiones, monseñor Rodríguez aclaró que era «necesario» repatriar a los dos misioneros infectados, «porque no dejan de ser ciudadanos de un país con todos los derechos como los demás», a los que «se les ofreció regresar a España», como han hecho el resto de países que han tenido casos parecidos. También afirmó que «sería muy ingenuo pensar que poniendo un muro, como el de Berlín o el de Palestina se va a evitar el contagio. Además de que es imposible, esa es la táctica del avestruz, que ya sabemos que no lleva a buenas consecuencias».

Refiriéndose a los misioneros repatriados, explicó que «ellos no quieren venirse, pero lógicamente si están infectados de ébola no pueden hacer otra cosa. En este caso les ofrecieron regresar, como han hecho otros países del entorno, no solo España, y a lo mejor su idea era recuperarse para volver. Este tema que es ahora mundial, ojalá lo hubiera sido hace 15 años».

Finalmente, preguntado por la reacción social que ha desencadenado el sacrificio del perro de la enfermera infectada, el presidente de la Comisión de Misiones de la Conferencia Episcopal sostuvo que «todavía la sindéresis me da para entender que una cosa son los seres humanos y otra los animalitos, a los que hay que tener respeto. Pero hay Pirineos entre ambas realidades».

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