El cardenal De Paolis ordena a 44 nuevos legionarios de Cristo - Alfa y Omega

El cardenal De Paolis ordena a 44 nuevos legionarios de Cristo

Entre los nuevos sacerdotes se encuentran dos españoles, el padre Santiago Jerez y el padre Esteve Borrel Ronda. En su homilía, el cardenal aseguró que a pesar del «momento difícil» por el que pasa la congregación, los nuevos sacerdotes «han perseverado en su vocación. Han creído en Aquél que los ha llamado»

José Calderero de Aldecoa

El sábado 15 de diciembre fueron ordenados sacerdotes 44 legionarios de Cristo por el cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio para la Legión de Cristo y el Regnum Christi, en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma. A la ceremonia acudieron cerca de 3 mil personas entre familiares y amigos.

En su homilía, De Paolis se centró en la necesidad humana de encuentro con Cristo y cómo el sacerdote es la respuesta de Dios a esa necesidad: «Tenemos necesidad de sacerdotes porque tenemos necesidad de Cisto», afirmó, «y Jesucristo es el hombre que todo ser humano, de cualquier tiempo y lugar, debe encontrar para llegar a la verdad sobre Dios y sobre sí mismo, a la meta de la felicidad y del sentido de la propia vida».

Sobre el significado de estos 44 nuevos sacerdotes en la historia reciente de la Legión de Cristo, el cardenal dedicó unas palabras claras, directas, llenas de esperanza y confianza en la gracia al concluir la homilía: «Ustedes, queridos jóvenes, son miembros de la Legión de Cristo, una congregación religiosa que ha tenido que enfrentar un momento muy difícil de su propia historia», les ha dicho. «Esta historia ha sido marcada por el pecado, el desaliento, incluso por el desánimo y la humillación. Como dice san Pablo, han sido atribulados por todas partes», recordó el purpurado al concluir su homilía, «Pero han caminado y seguido adelante. No han perdido el ánimo. Han perseverado en su vocación. Han creído en Aquél que los ha llamado. Han creído en la gracia. Para la gracia, todo es posible», concluyó.

Los 44 nuevos sacerdotes tienen entre 29 y 39 años, y provienen de 12 países: México (15), Estados Unidos (11), Brasil (6), Italia (3), España (2), y uno de Chile, Colombia, Inglaterra, Polonia, Puerto Rico, Rumania, y Venezuela, respectivamente.

Cada una de las 44 historias vocacionales ha sido recogida en el libro La alegría de creer.

Entre los legionarios ordenados hay dos españoles, el padre Santiago Jerez y el padre Esteve Borrel Ronda. A continuación parte de sus testimonios:

El padre Santiago Jerez: Dios se sale siempre con la suya

Nací en la ciudad de Granada pero siempre he vivido en Chauchína un pueblo cercano a la ciudad. Aunque llama la atención el nombre del pueblo, sin embargo, es uno de los pueblos que embellecen la Vega de Granada con su devoción a Nuestra Señora del Espino. Aquí viví con mi familia y pasé mi infancia antes de irme a la escuela Apostólica (seminario menor).

La familia siempre se convierte en el primer factor que Dios pone para que germine la semilla del llamado. Nací en una familia católica y practicante. Una familia sencilla que aunque no teníamos todo lo que otros tenían, sin embargo, nunca nos faltaba nada. Soy el último de ocho hermanos, cuatro hombres y cuatro mujeres, de los cuales soy el único consagrado. Al hablar que soy el último de los hijos siempre me dicen que soy el más mimado y la verdad nunca lo vi así. Al menos no recuerdo un trato especial. Aunque todos estuvimos muy cercanos a la Iglesia, sin embargo, me tocó a mí seguir más de cerca el camino de Dios. Hoy agradezco de corazón la cercanía y el apoyo que siempre han tenido a lo largo de este camino.

La historia de mi encuentro con Dios y la respuesta a su llamada, la puedo resumir tomando las líneas de una carta que escribía a mi familia durante mi período de la escuela apostólica (seminario menor) en Valencia y que decía más o menos así: «…mamá yo estoy aquí para poder ayudar muchas almas». Aunque a la edad de 12 años uno no tiene claro lo que puede ser de su vida, sin embargo, esta idea la tenía muy clavada y ha sido lo que me ha mantenido interiormente firme para no sucumbir ante las pruebas y dificultades que se me han presentado.

El padre Esteve Borrel Ronda: La Nueva York de la Mancha

Hay vidas en las que podemos ver que Dios irrumpe con la fuerza y la sorpresa de un tsunami. En mi caso no creo poder decir que haya sucedido así. Pero no me cabe la menor duda, que si estoy aquí ahora es solamente porque Dios así lo quiere. Nunca he pensado que yo pueda ser un testimonio de vida, pero quizás para alguno puede servir mi historia como un testimonio de lucha.

Hace ya casi 23 años que recibí la invitación de Cristo a seguirlo. No me envió un WhatsApp por teléfono, ni me mandó un Tweet, tampoco se trató de una invitación de Facebook. Nada de eso existía, y además, Dios es mucho más original. […]

Un día de lo más normal sucedió algo muy raro. Jamás habíamos visto un cura en el colegio y ahora estaba delante de nosotros, vestido de negro y con una sonrisa de oreja a oreja. Nos habló de las misiones y nos presentó las fotos de un lugar donde iban los que querían prepararse para misioneros. Esas fotos hicieron la detonación en mi corazón. […]

Terminado el bachillerato se acercaba el momento de una mayor decisión en mi vida, el inicio del noviciado. Recuerdo que por la edad me atraía mucho el mundo y la decisión se hizo algo más difícil que el primer entusiasmo. Decidí hacer la prueba, ser generoso con Dios y darle la oportunidad de tener el primer lugar en mi vida. Si me quería sacerdote lo iba a descubrir ahí. Después de los dos años de noviciado en Alemania llegué a la conclusión de que si Dios me había dado un corazón que tenía tantas ganas de amar y de hacer cosas grandes es porque me quería sacerdote. Con este ánimo hice mi profesión religiosa y comencé el periodo de humanidades en Salamanca.