«Me corto para que el dolor físico supere al que siento dentro» - Alfa y Omega

«Me corto para que el dolor físico supere al que siento dentro»

Teresa Oñate, Presidenta de la Asociación Madrileña para el Trastorno Límite de Personalidad (AMAI-TLP), habla del sufrimiento vivido por su hijo, enfermo diagnosticado con esta enfermedad, la que cuenta con un mayor índice de suicidios. Este viernes, la Asociación organiza, por primera vez, una fiesta benéfica, con la intención de que se celebre anualmente, para recaudar fondos, y no menos importante: para dar a conocer la difícil situación de estas familias, que necesitan ser comprendidas y apoyadas

José Calderero de Aldecoa

«¿Por qué te intentas cortar?», preguntó Teresa Oñate a una chica, afectada de TLP, con cortes en su cuerpo: «Tengo un dolor interior tan, tan, tan grande, que me corto para que el dolor físico supere al que siento dentro», fue la respuesta.

Teresa, presidenta de la Asociación Madrileña para el Trastorno Límite de Personalidad (AMAI-TLP), explica que ésta es una enfermedad de difícil diagnóstico, cuyos pacientes, además, ostentan el mayor índice de suicidios. No es fácil convivir con ellos. Ella lo sabe bien, por su hijo Guillermo. Estos enfermos «son personas muy inestables con ellos mismos y con su entorno. No controlan para nada sus impulsos. No tienen límites. No saben contenerse».

En su faceta de madre, recuerda todo lo que ha sufrido: «Aguantar a Guillermo ha sido muy duro. Por su parte, ha tenido épocas en las que me odiaba, pero a la vez no podía vivir sin mi. Esta situación me producía continua desesperación, impotencia, tristeza, no saber que hacer».

En un momento de crisis, Guillermo rompió más cristales de los debidos y «le ingresaron en un centro penitenciario». Algo providencial, ya que en el centro «trabajaban los Hermanos de San Juan de Dios. En cuanto le vieron, se dieron cuenta que Guillermo estaba enfermo. Lo metieron en la enfermería y lo empezaron a tratar». Un hermano de la orden hospitalaria le diagnosticó TLP, «después me hablaron de la asociación», relata.

Hoy, Teresa preside la AMAI-TLP, una asociación con 120 socios cuyos objetivos es «prestar asistencia sanitaria, social, laboral, cultural y de aprendizaje especializada a cualquier persona afectada por los Trastornos Límites de la Personalidad. Asesorar y dar soporte a aquellas personas que directamente e indirectamente sufran las consecuencias» derivadas de la enfermedad, aseguran.

También las familias necesitan ayuda. Estos enfermos «tienen una dependencia muy grande de su familia. Ellos no saben afrontar las cosas. Pasan de una alegría tremenda a la tristeza más absoluta de forma instantánea», explica Teresa. «Siempre están al límite del peligro. Se autolesionan. Tienen una capacidad de sufrimiento tremenda, de ahí la cantidad de intentos de suicidio. En estas circunstancias las familias son muy importantes», añade.

La labor que realiza esta asociación es muy importante para el entorno de los enfermos. «Esta enfermedad es muy difícil de diagnosticar. Para la gente que no sabe que estas personas son enfermos, los TLP pasan por ser unos tíos raros a los que nadie aguanta. El problema es que están enfermos, y no están diagnosticados», asegura la Presidenta de AMAI-TLP.

Un swing por una mente diferente

El dramatismo de esta enfermedad convierte en urgente «darse a conocer», difundir que existe esta enfermedad, que aunque sea difícil, se puede diagnosticar, y difundir que «estamos aquí para ayudar tanto a los pacientes como a sus familiares», asegura Teresa Oñate.

Por eso realizan constantes talleres, cursos, conferencias. También organizan fiestas benéficas para financiar los distintos proyectos de la asociación. Este próximo viernes, 30 de noviembre, en concreto, organizan Un swing por una mente diferente, una fiesta benéfica, con intención de celebrarla anualmente, y que no tiene más pretensiones que dar a conocer la asociación, poner a los asistentes «al día del avance de los proyectos» y recaudar fondos para los mismos. Será a partir de las 21 horas, en Madrid Urban Golf (Paseo de la Castellana, 95, zona Torre Europa, justo debajo de la torre KPMG, bajando las escaleras). La entrada es de 10 euros, e incluye una consumición y aperitivo.