Lazos de comunión - Alfa y Omega

Lazos de comunión

Jesús Colina. Roma

En la fiesta de los patronos de Roma, los santos Pedro y Pablo, 29 de junio, el Papa hizo un gesto que crea lazos particularmente íntimos de unidad entre la diócesis del apóstol Pedro y varias archidiócesis españolas. El Pontífice entregó el palio, una especie de estola circular de lana blanca, símbolo del cordero que lleva sobre los hombros el Buen Pastor, a los arzobispos metropolitanos en su primer año de elección. Es el signo visible más elocuente de los lazos de comunión que unen a los arzobispos del mundo con el Papa. Una archidiócesis preside un grupo de diócesis de una región, que son conocidas como sufragáneas, pero la incidencia del arzobispo en la vida de dichas diócesis es más de preeminencia que de injerencia.

El lunes recibieron el palio 46 arzobispos metropolitanos nombrados durante este año, entre ellos, los arzobispos de Madrid, Carlos Osoro; Valencia, cardenal Antonio Cañizares; Mérida-Badajoz, Celso Morga, y Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora.

«La Iglesia os quiere hombres de testimonio», les dijo el Papa. «Y no hay testimonio sin una vida coherente. Hoy no se necesitan tanto maestros, como testigos valientes, convencidos y convincentes, testigos que no se avergüencen del Nombre de Cristo ni de su Cruz, ni ante leones rugientes ni ante las potencias de este mundo».

La celebración en la Basílica del Vaticano se presentaba con algunas modificaciones. El Pontífice se limitó a bendecir y entregar el palio a los arzobispos metropolitanos, pero no se lo impuso. Se trata de un gesto con el que Francisco quiere subrayar la naturaleza de la comunión episcopal, que no se basa en gestos de sumisión jerárquica o política al obispo de Roma, sino que se fundamenta en los lazos profundos de unidad que crea la fe. Ahora, el nuncio apostólico en España, el arzobispo Renzo Fratini, será el encargado de imponer personalmente a los arzobispos metropolitanos españoles el palio ante los fieles de sus archidiócesis.