Te suplico, reza por mí. La carta de Asia Bibi al Papa Francisco - Alfa y Omega

Te suplico, reza por mí. La carta de Asia Bibi al Papa Francisco

«Papa Francisco, soy tu hija. Te suplico: reza por mí, por mi salvación y por mi libertad. En este momento confío sólo en Dios, que es omnipotente». Son las primeras líneas de la carta que la cristiana paquistaní condenada a muerte, Asia Bibi, ha escrito al Papa Francisco

Redacción

De nada han servido las protestas internacionales de la Unión Europea y el Vaticano para salvar la vida de Asia Bibi. Su destino depende ahora del último recurso de apelación, después de la sentencia de la Corte suprema del pasado 16 de octubre, que confirmaba su condena a muerte por haberse negado a renunciar a la fe cristiana.

Informada de nuevas dificultades en la búsqueda de su libertad, la paquistaní quiso enviar una carta al Papa Francisco, en la que le pide que continúe rezando por ella: «Papa Francisco, soy tu hija, Asia Bibi. Te ruego: reza por mí, por mi salvación y por mi libertad. En este momento sólo puedo encomendarme a Dios, que es el Omnipotente, aquel que todo lo puede».

Bibi, que asegura mantenerse «aferrada con fuerza» a la fe cristiana y con confianza en Dios -«me defenderá y me devolverá la libertad»- pide al Papa que continúe rezando por ella: «Sé que estás rezando por mí con todo el corazón. Sé que, gracias a tu oración, mi libertad podría ser posible. En el nombre de Dios Omnipotente y de su gloria, te expreso todo mi agradecimiento por tu cercanía, en este momento de sufrimiento y desilusión».

«Mi única esperanza -continúa Bibi- es poder ver un día a mi familia reunida y feliz. Yo creo que Dios no me abandona y que tiene un proyecto de bien y de felicidad para mí, que comenzará dentro de poco. Agradezco a todas las personas que en las comunidades cristianas de todo el mundo rezan por mí y hacen lo posible por ayudarme».

Asia Bibi, que en 2009 se negó a renunciar a la fe cristiana tal como le exigían unas compañeras de trabajo musulmanas, lleva cinco años en la cárcel acusada de blasfemia, a pesar de que no existen pruebas en su contra.