Año de la Vida Consagrada: «Esperamos que el Papa nos apriete las clavijas» - Alfa y Omega

Año de la Vida Consagrada: «Esperamos que el Papa nos apriete las clavijas»

Las 14 comunidades contemplativas de Palencia han celebrado su encuentro anual en torno al próximo Año de la Vida Consagrada. El responsable diocesano, padre Antonio Abad, explica la importancia de esta convocatoria: «Siempre es conveniente revisar, repasar, mejorar… Como todos los fieles cristianos, tenemos necesidad de una conversión continua»

María Martínez López

Queda un mes para el comienzo del Año de la Vida Consagrada, y los religiosos de España ya se están preparando para aprovecharlo al máximo. El padre Antonio Abad, OP, Delegado para la Vida Consagrada de la diócesis de Palencia, muestra a este semanario su esperanza de que «el Santo Padre nos apriete un poco las clavijas y nos ponga en orden. Siempre es conveniente revisar, repasar, mejorar… Como todos los fieles cristianos, tenemos necesidad de una conversión continua en la vida personal, en la vida de comunidad y la vida pastoral. Cualquier organismo necesita que le den vitaminas y le engrasen, y los religiosos no somos una excepción».

Una llamada no sólo a los religiosos en general, sino también a los contemplativos. La semana pasada, representantes de 14 monasterios de clausura se dieron cita en el monasterio cisterciense de la Trapa para celebrar su encuentro anual; una cita de formación y convivencia en la que, este año, el Año de la Vida Consagrada ocupó un lugar bastante significativo.

De hecho, la ponencia del obispo, monseñor Esteban Escudero, se centró en Escrutad, la segunda de las cuatro cartas que la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica está editando como preparación para este Año. «Fue recorriendo –recuerda el padre Antonio– cómo escrutar nuestra vida, para ver la necesidad que tenemos de convertirnos, y la necesidad de estar alegres –no la alegría loca de bailar una jota, sino la alegría del Evangelio, de saber que somos salvados por el Señor– para poder llevar a cabo lo fundamental: transmitir el amor de Dios a través de la caridad. Nuestra sociedad va prescindiendo de Dios, y por eso nos salen las cosas bastante mal».

El espaldarazo de santa Teresa

El padre Antonio subraya también la relevancia de que el Año de la Vida Consagrada vaya a coincidir, en gran medida, con el Año Santo Jubilar con motivo del V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús. «No cabe duda de que santa Teresa es maestra de muchas cosas, y de una manera especial de la oración: de estar en presencia de Dios, de la contemplación. Para la vida contemplativa –y también para la no contemplativa porque todos tenemos necesidad de hacer oración–, es un espaldarazo y un intento de encontrar las puertas para entrar en esas moradas que ella recorrió. Ni para ella fue fácil, pues estuvo 14 años utilizando el mismo libro porque no lograba elevarse. Nos servirá para meditar y para ir caminando por ese camino de perfección que ella explica».