Tengo un regalo para el Papa - Alfa y Omega

Tengo un regalo para el Papa

María Martínez López

El Papa recibe muchos regalos todos los días, pero seguro que le gustan de forma especial los que le hacen los niños. Y, de esos, ha recibido varios estos días. Los primeros se los dieron dos niñas españolas que participaron en la peregrinación a Roma de la ONCE y la Fundación ONCE, dos organizaciones que ayudan a las personas ciegas y con otras discapacidades, y que este año cumplen 75 y 25 años respectivamente. Estuvieron con el Papa durante la Audiencia general del día 11 de diciembre, y una chica sorda le regaló al Papa, en nombre de todos, una imagen de santa Lucía, la Patrona de los ciegos. La otra niña, que se llama precisamente Lucía, también le ofreció un regalo muy especial.

Lucía es ciega, y quería regalarle a Francisco el bastón blanco con el que se orienta al andar. «Son mis ojos», le explicó. Pero el Papa sabía que el bastón es algo muy importante para ella, y le respondió: «Vamos a hacer un trato. A ti te va a hacer más falta que a mí durante toda la vida. Por eso lo bendeciré y quiero que te lo quedes, para que te guíe hacia la luz». Al volver a su casa en Valencia, Lucía explicó al periódico Las Provincias que «ha sido muy emocionante, me pareció una persona muy simpática y muy buena».

El otro regalo que ha recibido el Papa de unos niños le llegó el sábado pasado, al visitar el dispensario de Santa Marta. En este centro, reciben atención médica los hijos de 270 familias, sobre todo inmigrantes. Cuando supieron que el Papa iba a ir a verles, y que el martes siguiente era su cumpleaños, quisieron regalarle una gran tarta. El Papa les dio las gracias por su visita, su cariño, su alegría «y por la tarta, que es preciosa, aunque luego os diré si está buena». Elisabetta, la madre de una de las niñas, dijo al saludarle que «nuestros hijos han recibido hoy el regalo más bonito de Navidad que se pudieran imaginar: tu sonrisa y una caricia o un abrazo tuyos».

La Iglesia es la casa de la alegría

Efectivamente, la Navidad está cerca. Por ello, miles de niños de Roma se juntaron el domingo en la Plaza de San Pedro, durante el rezo del ángelus, para que el Papa bendijera las figuritas del Niño Jesús de sus belenes, una tradición preciosa. El Papa les dijo que la Navidad es un tiempo alegre, pero que los cristianos deberían ser alegres siempre, porque «la Iglesia es la casa de la alegría».