Orgullosas de la maternidad y de la feminidad - Alfa y Omega

Orgullosas de la maternidad y de la feminidad

«No me arrepiento, les aseguro que mereció la pena». Así concluye el testimonio de Lales, una mujer de Reus que, a pesar de que su embarazo fue imprevisto y su hijo tenía síndrome de Down y una cardiopatía, decidió darle la vida y tuvo que despedirse de él sólo un mes después. El de Lales es uno de los primeros testimonios que ha llegado a Una mujer, una voz, un nuevo blog puesto en marcha por mujeres «celosas de no perder la perspectiva de su dignidad y de la verdad de la feminidad», a pesar de los ataques de quienes quieren enturbiar la identidad de la mujer

María Martínez López

Son muchos y poderosos los movimientos sociales que pretenden destruir la identidad de la mujer. Pero también son muchas, aunque en apariencia menos poderosas, las mujeres que quieren oponerles resistencia, enfrentarse a sus dañinas propuestas. Algunas de estas mujeres han puesto en marcha el blog Una mujer, una voz. Se trata –así se presentan en la propia página– de «mujeres individuales que quieren expresar su grandeza; orgullosas de su maternidad, celosas de no perder la perspectiva de su dignidad y de la verdad de la feminidad».

Este proyecto no persigue una finalidad política ni económica, y es aconfesional. Su único objetivo es «dar voz a las mujeres que sientan no tener voz», para poder decir «no estamos solas». Por eso, lo que quieren ofrecer es un lugar donde compartir ideas, experiencias y testimonios. «Estas letras pertenecen a todas las mujeres: pescadoras o doctoras, sencillas o eruditas. Solteras, casadas y comprometidas. Cualquier persona que desee resaltar la maravilla de la dignidad de la mujer puede escribir una opinión, transmitir un testimonio, colgar un video, presentarse con su fotografía, o incluso enviar documentación».

Entre los testimonios, se encuentra el de M.ª Ángeles Marzá, que prefiere presentarse como Lales. Tiene 35 años, y lo envía desde Reus. En su familia siempre se ha vivido la unidad, y la formación religiosa ha estado muy presente. «Digamos que yo me salté un poco a la torera todos esos conceptos», reconoce; y por eso se llevó un buen susto en otoño de 2011, al descubrir que estaba embarazada.

Síndrome Down y cardiopatía

Su familia la apoyó totalmente, pero las dificultades no habían hecho más que empezar. En la semana 11 de embarazo, apareció la posibilidad de que su hijo tuviera síndrome de Down. Unas semanas después se añadió al diagnóstico una cardiopatía. Lales tuvo que firmar varios papeles asegurando que no quería someterse a una amniocentesis, porque en ningún caso estaba dispuesta a abortar a su hijo. Con tanta insistencia, «a veces me hacían pensar que era yo la mala de la película». Al final, encontró el apoyo que necesitaba en un cardiólogo pediátrico y en el hospital San Juan de Dios, de Barcelona.

Tomás nació el 7 de julio pasado, por cesárea. Un mes después, le sometieron a la que debía ser la primera de varias operaciones. Aunque todo parecía haber ido bien, esa noche Tomás comenzó a empeorar. A primera hora de la mañana siguiente, «me acerqué a él. Un cardiólogo le hacía un masaje cardíaco…, le cogí el bracito y le hablé… Tomás, mi vida, lucha un poquito más, por favor, lucha, cariño, tenemos muchas cosas que hacer todavía, por favor, mi vida, por favor…, angelito, por favor. Y mientras le hablaba me desmayé. Quizás fue en el mismo instante en el que la vida de Tomás se iba…, que mi cuerpo sintió que media vida se le iba… caí… Y a las 07:20 h. Tomás nos dejó. Me lo pusieron en los brazos, le hablé y le hablé…, y lloré…, y sentí que el mundo enmudecía tras la marcha de Tomás».

«No me arrepiento»

A pesar de todo lo que ha sufrido, «no me arrepiento del vivir que he vivido, tan solo puedo arrepentirme de esos tres o cuatro minutos que pude perder tras mi desmayo, y eso es nada en comparación a todo lo que mi hijo me dio desde el primer segundo de vida…, desde que esa vida empezó a latir dentro de mí…, y les aseguro que mereció la pena».

Por eso ha sido la primera mujer en enviar su testimonio a Una mujer, una voz. Su historia comparte espacio con semblanzas de mujeres conocidas, como la directora de orquesta Inma Shara, la actriz Karyme Lozano, la copresidenta musulmana del Partido Conservador Británico Sayeeda Warsi, la directora adjunta de la revista ¡Hola! Mamen Sánchez, y varias madres que han perdido la vida al retrasar un tratamiento contra el cáncer que podía dañar al hijo que esperaban. «Sabemos que la feminidad es maternal en todas sus dimensiones, y en todos y cada uno de los estados en los que haya decidido desarrollarse y la vida le haya propuesto», aseguran las promotoras de la página.

Resulta también muy interesante la sección A fondo, donde se ofrece documentación sobre cuestiones tan variadas como el alma femenina según Edith Stein, la ideología de género, La idolatría del placer, o los factores de riesgo de la anorexia y la bulimia.