Una preciosa manera de transmitir la fe

En muchas casas españolas, se han desempolvado ya las cajas de corcho, serrín y musgo para ambientar las figuritas que narran la historia del nacimiento del Hijo de Dios. Ése es un momento idóneo para que los más pequeños se introduzcan en este gran misterio. «El momento de poner el Nacimiento es un momento especial para la familia, en el que se transmite la fe», asegura Miriam Montero, historiadora del Arte y perteneciente a la Junta Directiva de Nártex, una asociación cultural católica que promueve iniciativas para fomentar una mayor comprensión del patrimonio eclesiástico con toda su carga, tanto artística como espiritual. Esta asociación realiza, desde hace ya varios años, visitas guiadas por los belenes más destacados del centro de Madrid, acercando a niños y a adultos al misterio de la Navidad desde la interpretación histórico-cultural y catequética.

A través de cada figura, se hace presente el amor de Dios, ya sea a través del ángel de la Anunciación, «que nos recuerda que el mismo Dios nos pide permiso para hacerse presente en nuestra vida -explica Montero-, y que tan sólo tenemos que decirle que sí, como la Virgen María»; o bien «se nos hace presente en el humilde portal donde nació el mismo Dios, mostrándonos que el Señor nace en los corazones sencillos, y no en aquellos que, como las posadas de Belén, están llenos de cosas superfluas», comenta esta guía madrileña.

Del Belén del Príncipe, al Quiteño

A través de las diferentes visitas de Nártex, «se invita a profundizar en el sentido litúrgico de la Navidad, como un medio más para la oración y para preparar nuestro corazón para el nacimiento del Hijo de Dios», destaca Miriam Montero, que, desde el pasado 16 de diciembre, ha comenzado estas guías. Hay diferentes itinerarios por el centro de Madrid, según las características del grupo, pero siempre con paradas obligatorias, como las del Nacimiento del Príncipe, de gran importancia histórica por ser el primer belén que mandó construir Carlos III en el siglo XVIII, a imitación de la tradición napolitana; el Belén de Mayo, en la basílica de San Miguel, o el Nacimiento que se prepara en la Real Casa de Correos, que este año recrea el paisaje español.

Uno de los pesebres que más le entusiasma a Miriam Montero es el Belén Quiteño del convento del Corpus Christi, de la Orden Jerónima, en la plaza Conde de Miranda, un belén barroco del siglo XVII, que destaca por su belleza y simbolismo. «De sus preciosas figuras, podemos destacar dos a caballo: el Portador de la Estrella, que lleva la estrella que guía a los Reyes Magos, y el Heraldo que, con su trompeta anuncia la llegada del Mesias. A los pies del Misterio hallamos granadas, cuyo fruto simboliza la resurrección, y también rosas blancas que son signo de pureza», explica.

Las visitas guiadas que organiza Nártex están llenas de curiosidades y de sentido evangélico, una visita a la que no se puede faltar. Las próximas visitas se realizarán los días 21, 26 y 27, aunque se pueden concertar visitas guiadas para grupos en otros días.

Para más información: www.nartex.org.

Para concertar las visitas, escribir a este e-mail: info@nartex.org

o contactar con estos teléfonos: 915 598 424 / 605 073 777.