Querido niño mío... - Alfa y Omega

Querido niño mío...

«Ya no voy a poder seguir creyendo», decía Maribel Presa Majo, hace diez años, en el IFEMA, cuando esperaba la confirmación del fallecimiento de su hijo Carlos Alberto en el 11M. Esos primeros momentos de angustia los vivió, gracias a la compañía de la Iglesia, «desgranando Avemarías, respirando esa Presencia divina que transmite paz, la paz verdadera, aquella que no podemos fabricar los hombres. Dios nos ha creado para la vida, y la muerte no tiene la última palabra…». Así lo publicamos en estas mismas páginas, en un artículo con el título Mujer, no llores. Diez años después, es Maribel la que escribe las siguientes líneas a su hijo:

Colaborador

Querido niño mío: se van a cumplir diez años de tu asesinato, perpetrado por la sinrazón de unos mal hombres. A lo largo de estos años, para paliar mi soledad y mi dolor, he recurrido a escribirte cartas en las cuales te cuento mi gran dolor por tu pérdida y las vicisitudes que han ido ocurriendo en nuestra familia, algunas de ellas derivadas de tu pérdida, como la demencia de tu abuelo y, más tarde, su muerte, y la grave enfermedad de tu padre. Por eso, de nuevo me siento ante estas cuartillas, sólo para decirte que, a pesar de estos tres años transcurridos, mi sensación es que fue hoy cuando te arrebataron de mi lado, tú que eras para mí tan necesario como el aire que respiraba. Pero ya ves, niño mío, he tenido que aprender a vivir sin ti, ¡y qué duro ha resultado! Pero también sé que tú me estás ayudando desde ese cielo en el que, por las noches, cuando hay estrellas, yo sé que tú luces en una de ellas para mí.

Hace diez años, en estas páginas, alguien me dedicó unas líneas con el título Mujer, no llores. ¡Cuántas lágrimas he podido derramar, a lo largo de estos años, hijo! Por eso, a través de estas líneas, he querido rendirte este pequeño homenaje y repetirte, una vez más, lo mucho que te quiero y lo especial que fuiste para mí desde el mismo momento de tu concepción.

Ahora, hijo, me despido hasta la próxima carta mandándote todo mi amor y un beso muy fuerte.

Mamá