«Pongo todo mi ser para la evangelización de las naciones» - Alfa y Omega

«Pongo todo mi ser para la evangelización de las naciones»

Juan Ignacio Merino se prepara para el sacerdocio en el seminario Redemptoris Mater de Madrid (perteneciente al Camino Neocatecumenal). Este sábado 20 de junio será ordenado por el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, en la catedral de la Almudena junto con otros once compañeros

Juan Ignacio Merino

Me llamo Juan Ignacio Merino, tengo 30 años y soy de Madrid. Hace ocho años, por estas fechas, terminaba la carrera de Periodismo, sabiendo que en los próximos meses sería destinado a uno de los más de cien seminarios Redemptoris Mater que existen en todo el mundo, dejando atrás proyectos profesionales. Entre otros, continuar como colaborador en este mismo semanario católico en el que colaboraba ya como estudiante. En septiembre de 2007 fui destinado al seminario Redemptoris Mater de Madrid, y comenzaba una aventura en la que el Señor me prometía su fidelidad y su cercanía. Ante la expectación de algunos por abandonar todo lo que superficialmente parece hacer feliz, he sentido la compañía de mis padres, hermanos, formadores y de mi comunidad Neocatecumenal.

En mi casa he recibido muchas gracias a través de esta iniciación cristiana post-bautismal, han crecido las raíces de mi fe y es donde se fue engendrando la llamada al presbiterado. Soy el pequeño de seis hermanos, más una hermana que murió al poco de nacer. Nací gracias a que mis padres tuvieron un fuerte encuentro con Jesucristo al entrar en el Camino Neocatecumenal. Al ser el mimado de la casa, he recibido muchas gracias de mis padres, de mis hermanos y sobrinos, aunque muchas veces no comprendía por qué tenía que tener unos padres tan mayores e ir siempre a la parroquia, y no vivir como vivían mis amigos de la infancia. Pero la educación y la transmisión de la fe que he recibido de mis padres me ha protegido en más de una ocasión de muchos pecados y de escoger caminos tortuosos. Ciertamente he sido un mimado del Señor.

De mayor: sacerdote

Ante la inminente ordenación de diácono, sólo puedo decir lo bueno que es el Señor, que escoge lo que no vale, a pesar de haber creído que para ser amado había que valer. Durante mi vida he intentado destacar en todo lo que me proponía: he sido un niño estudioso, un poco revoltoso, aunque ante los demás aparentaba ser bueno y educado, y gracias a la Iglesia he descubierto que el Señor me quería tal y como era, y que además me llamaba para algo especial. Con ocho o nueve años, recuerdo que escribí una redacción en el colegio en la que afirmaba que de mayor quería ser sacerdote o médico, y aunque al tiempo me olvidé de todo aquello, es cierto que no iba desencaminado. Si Dios quiere seré sacerdote, y aunque no he estudiado Medicina, tengo una enfermedad que me ha provocado un dolor crónico que se me diagnosticó hace unos tres años.

En la adolescencia, busqué tantas veces la vida en ser alguien y en destacar. Llegó un momento en el que teniendo de todo sentí que no valía nada para mí, que no era feliz. Sabía que hacer la voluntad de Dios iba a ser feliz. Arriesgué y aposté por el Señor.

Este sábado recibiré el sacramento del Orden en primer grado; es decir, seré diácono, podré bautizar en unas semanas a mi sobrino número 16: Francisco. En agosto podré asistir al matrimonio de mi sobrino mayor, Lorenzo. Una gracia tras otra, aunque con la incertidumbre del rebaño que el Señor quiera encomendarme, pero con la esperanza puesta en Él, que siempre me ha dado lo que he necesitado. El Señor, con este sacramento, siento que me posibilita para servir a su Iglesia, a personas concretas, con rostro, a comenzar, a aprender, a ser víctima y sacerdote, ofreciendo la enfermedad, mis debilidades, mi voluntad, es decir todo mi ser para la Evangelización de las naciones.

Nuevos diáconos

El sábado 20 de junio a las 12 horas en la catedral de la Almudena, Monseñor Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, presidirá las ordenaciones de: Fernando de Cárdenas Artola, Iñaki Martín Errasti, Juan Parral Puerta, José Luis Retegui García, Juan Manuel Rilo Naya, Alfonso Rodríguez Padilla, Manuel Sánchez-Galindo Mas, Pedro Shegyi Liu, Juan Ignacio Merino Martínez de Pinillos, César Gerardo Pineda Amaya y Michal Szpruch y Gabriele Biondi.