Gentes: Yusuf Ibrahim, monje del santuario de Mar Matta, en Irak (en El Mundo) - Alfa y Omega

Mis compañeros me llaman el hombre de hierro, pero en agosto, cuando tuvimos que irnos, lloré pensando en que el Estado Islámico volaría nuestro monasterio. He vivido aquí durante los últimos diez años y hemos trabajado muy duro para rehabilitar el edificio. Si el Daesh (el Estado Islámico) vuelve a acercarse, estamos preparados para morir. Si Dios así lo quiere, seremos sus mártires.