Torra anuncia que sancionará al Arzobispado de Barcelona por superar el aforo en la Misa por las víctimas de la pandemia

Continúa la polémica sobre la celebración de la Eucaristía por la víctimas de la pandemiade este domingo en la Sagrada Familia de Barcelona. Después de que el Arzobispado de Barcelona siguiera adelante con la ceremonia —al 23 % del aforo— al considerar «injusta y discriminatoria» la limitación del aforo a 10 personas por parte del Procicat (Plan Territorial de Protección Civil de Cataluña) y anunciar acciones legales, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha anunciado este lunes la apertura de un expediente sancionador a la archidiócesis.

«Tomos somos iguales. Si se toman medidas pensando en la salud de las personas, tenemos que cumplirlas. Lamento que se hiciera esa ceremonia porque no estaba autorizada», ha dicho Torra ante los medios de comunicación. Una rueda de prensa en la que ha aprovechado, además, para enviar un mensaje al cardenal Omella, al que ha recriminado que no haya levantando la voz contra lo que él considera la represión de los políticos catalanes en los últimos años: «Me parece bien que el apele a la libertad de culto, pero durante años ha olvidado la Constitución y los derechos humanos».

La postura del Arzobispado de Barcelona ya quedó reflejada en un comunicado publicado el domingo, a través del que expresó su desacuerdo con la limitación del aforo, sobre todo, teniendo en cuenta que el sábado y domingo la basílica —por insistencia tanto del Ayuntamiento de Barcelona como de la Generalitat— se reabrió al turismo. Además, las medidas de seguridad de la ceremonia religiosa fueron mucho más estrictas, con toma de temperatura incluida, que las que se aplicaron a los visitantes.

En este sentido, desde esta sede episcopal catalana anunciaron acciones legales contra la Generalitat por «la arbitrariedad y la indefensión que sufren el derecho a la libertad religiosa y a la libertad de culto, constitucionalmente protegidos».

No perder el tiempo en discusiones inútiles

En la Eucaristía, el cardenal Omella no se refirió a la polémica, aunque dejó un mensaje en clave de rebajar la tensión y de fomentar el entendimiento. En esta basílica de la Sagrada Familia estamos ofreciendo nuestra oración por todos los difuntos de la pandemia. No son momentos de perder tiempo en discusiones inútiles, son tiempos de tender las manos para acompañar y caminar juntos. Para hacer frente todos juntos a la crisis social y económica que nos avecina. Yo pido a quienes tienen poder que aúnen fuerzas, no es tiempo de enfrentamientos. Es tiempo de luchar juntos por el bien común. Son tiempos de perdón aprendiendo de los errores», dijo.