Álvaro Calvente llega a Santiago de Compostela: «Gracias a Dios» - Alfa y Omega

Álvaro Calvente llega a Santiago de Compostela: «Gracias a Dios»

El Señor se ha convertido en el cuarto hombre de este trío de peregrinos malagueños que han regado la reapertura del Camino de Santiago de tuits, de alegría y, sobre todo, de fe

José Calderero de Aldecoa
El trío de peregrinos en la plaza del Obradoiro

Álvaro, Ildefonso y Paco salieron hace seis días de Sarria para hacer el Camino de Santiago y «tener un encuentro con el Señor» y una vez completado su peregrinación, en la misma plaza del Obradoiro, su mirada volvía a dirigirse a Él: «Gracias a Dios». Ese ha sido el mensaje nada más contemplar la catedral que se levanta sobre la tumba del apóstol Santiago.

Y es que el Señor se ha convertido en el cuarto hombre de este trío de peregrinos malagueños que han regado la reapertura del Camino de Santiago de tuits, de alegría y, sobre todo, de fe.

A través de la cuenta de Twitter @CaminodeAlvaro, les hemos podido ver en la «Misa del peregrino en O Pedrouzo», rezando el rosario sin parar, «recogiendo flores para la Virgen del Carmen» o «rezando laudes mientras caminamos».

Peregrinación fallida

Álvaro —con discapacidad intelectual— e Ildefonso Calvente, acompañados por su amigo Paco Millán, iniciaron hace una semana la ruta jacobea después de que se suspendiera, por culpa del COVID-19, la peregrinación que tenían previsto completar con el grupo de jóvenes de su parroquia, la de san Patricio en la barriada Huelin de Málaga.

De esta forma, el Camino de Álvaro, que así es como llamaron al reto, ha podido ser seguido por miles de internautas a través de las redes sociales después de que el trío de peregrinos habilitara una cuenta precisamente «para compartir con todos aquellos jóvenes de la parroquia la experiencia a la que ellos mismos estaban convocados pero a la que luego no se han podido sumar».

Camino solidario

Y con el foco mediático sobre sus pasos, Ildefonso, Álvaro y Paco no han querido desaprovechar la oportunidad para tratar de ayudar a «aquellos de quienes nadie se acuerda, los más pobres de los pobres».

Por ello, han lanzado una campaña de recogida de fondos para ayudar al Cottolengo de Málaga (Casa del Sagrado Corazón), a donde otro de los hijos de Ildefonso acude regularmente a hacer voluntariado.

«Allí encuentran un hogar y una familia los preferidos de Dios: familias inmigrantes, desahuciados, ancianos, personas con discapacidad… que no tiene nada ni a nadie», explica Ildefonso.

La casa solo vive de la Providencia «y eso queremos ser con esta campaña, ángeles de la Providencia para ellos. ¿Te compras unas alas?».