«La solidaridad de la discapacidad debe ser un ejemplo para toda la ciudadanía» - Alfa y Omega

«La solidaridad de la discapacidad debe ser un ejemplo para toda la ciudadanía»

La Fundación ONCE, a través de su entidad Inserta Empleo, ha presentado el estudio Efectos y consecuencias de la COVID-19 entre las personas con discapacidad, realizado por el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo (Odismet)

Carlos González García
Foto: Fundación ONCE.

«En este momento es simple lo que hay que hacer, solo haz que ocurra. Hagámoslos entre todos, que las personas con discapacidad no sean las últimas, sino que estén en la puerta de salida de todos los derechos y todas las decisiones que se tomen». Con estas palabras, la secretaria general de Inserta Empleo, Virginia Carcedo, ha animado —de manera muy especial— a poner el foco en las personas con capacidades diferentes.

Y lo ha hecho en la presentación que este viernes, 10 de junio, ha llevado a cabo la Fundación ONCE, mediante un estudio que ha elaborado el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo (Odismet), donde ha analizado los efectos y las consecuencias del COVID-19 entre las personas con discapacidad.

El COVID-19 en las personas con discapacidad

El encuentro, que ha detallado cómo puede afectar laboralmente la crisis sanitaria y social derivada por la pandemia, ha contado con la presencia de Luis Enrique Quifez, coordinador (junto a Cristina Silván) del estudio. Quifez ha expuesto los principales datos y las conclusiones de este trabajo de investigación. «Estamos dando pasitos hacia la nueva normalidad», ha señalado, «y es un placer tener esta ventana de comunicación abierta donde podemos contar lo que hacemos, devolviendo notoriedad y presencia a las personas con discapacidad en estos momentos de crisis sanitaria».

De esta manera, el coordinador ha explicado, al pormenor, los porcentajes, los datos y las cifras que han afectado de manera directa a las personas con discapacidad. Un estudio que «parte de la observación», y que descubre que «en estos meses han aumentado las intervenciones originadas por el COVID-19 en todos los ámbitos». Con ello, «nos damos cuenta de que apenas hay información sobre la discapacidad, no está presente como debería y, por ello, nos decidimos a hacer el estudio desde ODISMET».

«Hemos abordado esta investigación con una muestra online, con 1460 personas con discapacidad». La participación, señala, «ha sido un éxito». Ellos «quieren y deben ser escuchados, y eso hemos hecho, para conocer cómo han pasado este confinamiento». Los principales resultados, apunta Quifez, son un «fiel reflejo» de la estructura de personas con discapacidad en este país. «Cuanto mayor es la edad, mayor prevalencia de discapacidad existe, con niveles de educación bajos y con presencia mayoritaria de discapacidad física». En este sentido, «el impacto del virus en las personas con discapacidad ha sido ligeramente superior». Con este análisis, ha destacado, «hemos tratado de dar voz a todo tipo de discapacidades».

«Hemos querido levantar la mano para decir que tenemos que actuar»

El estudio desprende que las personas con discapacidad son muy conscientes de la realidad que viven. Y encuentran en la formación el elemento clave para encontrar más posibilidades de empleo. Con la mirada puesta en esta realidad, Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, ha trazado un horizonte de solidaridad entre la vida antes y después del coronavirus. «Era imposible imaginar que el 2020 nos traería la necesidad de hacer este estudio, pero eran tantas cosas imprevisibles que hemos tenido que cambiar el paso, así como algunas cosas que no pensábamos…». Las personas con discapacidad, ha asegurado, «son los últimos en acceder al ejercicio de muchos de sus derechos básicos» y «son los primeros en verse expulsados cuando esas situaciones de mayor crisis se producen».

El vicepresidente ha puesto su mirada en las «complicaciones» que han encontrado en el empleo, en los espacios reducidos, en las abandonos de sus terapias o en la rehabilitación. «El encierro en casa no deja de ser simbólico del encierro que tienen muchas personas con discapacidad, por las barreras que tienen y que les impiden salir y entrar». Las familias en las que hay algún miembro con discapacidad «hay mayor gasto que otras familias», ha destacado Durán, para matizar que «estas conclusiones apuntan a que hay que trabajar para que las personas con discapacidad no caigan en una situación peor de la que tenían antes, y que ahora se ha deteriorado». Todos «estamos viviendo una difícil situación en todos los sentidos, y esto afecta a la forma de relacionarnos y de vivir», pero «hoy nos quedan una serie de costumbres en el modelo de relación que también nos ha afectado al entorno laboral y al teletrabajo gracias a las tecnologías donde las personas con discapacidad también se encuentran con barreras».

Como Fundación ONCE, con este estudio, «hemos querido, de alguna manera, levantar la mano para decir que tenemos que actuar». Por ello, «estamos haciendo todo esto porque seguimos teniendo la ventanilla y la persiana abiertas para cuando todo esto pase. Y miramos al futuro con decisión». Sin olvidar, por supuesto, lo esencial: «Hacemos un llamamiento a la prudencia que nos solicitan las autoridades sanitarias, máxime en las personas con discapacidad».

«Fundación ONCE es la expresión de lo mejor de la sociedad española»

Con este estudio, el objetivo es poner el conocimiento donde no lo había, clarificar y apoyar los planteamientos que llevan a cabo con las autoridades con las que trabajan, alertando de la situación de las personas con discapacidad para aliviar esta situación y poner los mecanismos para que esto se solucione. En el corazón de este llamamiento de todos «para poder resistir y vencer a esta realidad que nos ha atropellado a todos», como ha revelado el vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, ha tomado la palabra Luis Cayo Pérez, presidente del Cermi. Lo ha hecho de manera virtual, para manifestar que «estamos esbozado un cuadro a medio hacer del paisaje después de la batalla, si es que esta batalla del coronavirus y de crisis ha terminado…».

El paisaje que deja esta batalla, ha continuado, «con centenares de personas con discapacidad fallecidas y con víctimas en primera persona, tiene horizontes muy preocupantes; es una imagen sombría, una zona de devastación, y es deseable conocer la realidad para poder actuar del mejor modo sobre ella». En este sentido, ha matizado que «no es una realidad halagüeña», pero que «tenemos que encarar con toda su crudeza».

«Agradezco a la fundación ONCE, que ha sido un modelo de implicación, de compromiso y de socorro, cómo se ha volcado en todo este tiempo, con apoyo, acompañamiento activo… Es la expresión de lo mejor de la sociedad española. Con un compromiso cívico y altruista por y para los demás», ha confesado Cayo. Asimismo, «quiero realzar el valor de la sociedad civil, a través de ONCE, ODISMET e INSERTA, que levanta atestado por la situación que estamos viviendo y nos pone en situación de estar en vanguardia».

«Este estudio es la gran pieza que nos faltaba»

Durante esta pandemia, algunos derechos humanos de las personas con discapacidad se han visto especialmente vulnerados y expuestos a quiebra y fractura. «Las personas con discapacidad difícilmente pueden seguir los consejos de salud pública si estos no se dan en formatos accesibles», ha demandado el presidente de Cermi. En este sentido, «quería insistir en que comenzamos a tener datos, y este estudio es la gran pieza que nos faltaba».

Tras el esbozo de esta situación, mediante la cual Cayo emplazaba a los poderes públicos a tomar las riendas, pues «si la discapacidad y lo social no están en el núcleo profundo de la reconstrucción, solo habremos creado un decorado efímero». Lo ha reafirmado —también de forma telemática— el director general de Políticas de Discapacidad del Gobierno, Jesús Ángel Celada. «Lo que es bueno para la discapacidad, es bueno para la ciudadanía», ha reconocido, «y hemos de actuar con ese principio».

«Si actuamos desde el ángulo y desde la visión de las personas con discapacidad, estaremos actuando por el bien de la sociedad». Una apuesta en firme que Celada ha puesto sobre la mesa, tras reconocer que «es bueno que hagamos un pequeño repaso de lo que ha sucedido durante esta batalla dela pandemia». Desde la dirección «no hemos parado un solo minuto desde el 14 de marzo: lo primero que hicimos es crear un foro de comunicación entre todas las entidades sociales y la dirección». Y «no hemos parado de compartir situaciones, desde distintos escenarios y ante los peldaños y las barreras que nos encontramos y que han sufrido las personas con discapacidad».

«Actuemos desde la visión de las personas con discapacidad»

La falta de accesibilidad a los medios de comunicación, la situación en el hogar de las personas con autismo, el problema de las residencias y en los hospitales, y los servicios de rehabilitación y de educación durante la desescalada han sido algunos de los puntos claves que ha destacado el director general de Políticas de Discapacidad del Gobierno. «Es necesario, para poder actuar y solventar esta situación, que tengamos en cuenta qué actores son los implicados en esas actuaciones; y tiene que haber una coordinación de las tres administraciones: ayuntamientos, comunidades y estado. Es necesario y urgente una mayor coordinación entre ellos».

Acto seguido, Celada ha alabado la labor de la Fundación ONCE: «Activasteis, desde el minuto uno, una ayuda solidaria no solo con las personas ciegas, sino con el colectivo de la discapacidad (haciendo mascarillas, entregando material, poniendo a disposición impresoras 3D, etc.)». Tras insistir en la visión socio sanitaria del problema y poner hincapié en que «lo social ha de estar presente en el ámbito sanitario», ha reconocido que «la solidaridad de la discapacidad debe ser un ejemplo para toda la ciudadanía». Al fin y al cabo, «lo que es bueno para la discapacidad es bueno para la ciudadanía». «Si actuamos desde el ángulo y desde la visión de las personas con discapacidad, estaremos actuando por el bien de la sociedad», ha concluido el director general de Políticas de Discapacidad del Gobierno, para poner fin a un encuentro que ha propuesto una serie de líneas para acertar en el reto al que nos emplaza la reconstrucción social de nuestro país tras el paso desalmado del COVID-19.