El lobby contra el Papa - Alfa y Omega

El lobby contra el Papa

Manuel María Bru Alonso

No soy muy dado a creerme a la primera las historias de las grandes conspiraciones. Pero tampoco tan ingenuo como para no saber desde hace varios años que existe un poderoso lobby organizado y financiado en Estados Unidos, que no solo se dedica a difamar al Papa Francisco, sino también a promover y financiar cualquier tipo de desinformación y agresión verbal contra el Sucesor de Pedro. Como siempre, ante las «obras de las tinieblas» lo mejor es la luz. Y mucha luz nos da la rigurosa investigación de periodista Nicolás Senèze, corresponsal en Roma del prestigioso diario católico francés La Croix, cuyo trabajo está avalado por periodistas acreditados en Roma, como el corresponsal de ABC y columnista de Alfa y Omega, Juan Vicente Boo, que fue el que primero que me habló este libro cuando aún no se había publicado su edición española.

Muchos son los motivos por los que la elección de Francisco fue mal recibida en círculos de poder financiero y político en Estados Unidos. Desde el primer momento molestó al puritanismo norteamericano protestante, compartido por gran parte de los católicos ricos. Enfatizar la importancia pastoral del discernimiento y del acompañamiento personales, ya sea de divorciados, homosexuales o familias rotas por la pobreza, no es el tipo de discurso de defensa de la «modélica familia americana» basada en la «teología de la prosperidad», que también muchos católicos heredaron del sueño americano de los padres peregrinos del siglo XVII.

Igualar –como hace el Papa siguiendo la línea de sus antecesores–, el delito de la pena de muerte a todos los demás atentados contra la vida humana tampoco ha sido plato de buen gusto para los herederos del castigo proporcional al daño como criterio ético, que nunca tuvo y nunca tendrá nada de evangélico. Si a esto añadimos el contexto político de la actual confrontación de la Administración del presidente Trump con China, tampoco es que vean con buenos ojos el progreso en el acercamiento entre la Santa Sede y el Gobierno chino, que inició san Juan Pablo II y que ahora Francisco simplemente está culminando con significativos avances para la libertad religiosa en China. Pero todas estas diferencias no dejan de estar en un segundo plano ante la más importante: la resistencia del catolicismo conservador estadounidense a reconocer la doctrina social de la Iglesia.

Lo que realmente ha movido a estos poderosos norteamericanos, que cuentan con el apoyo de un puñado de obispos molestos con el Papa Francisco, no es ni siquiera que les diga a la cara que su verdadero dios no es el Dios de Jesucristo, sino el dios-dinero, sino que entre sus filas algunos se hayan convertido y ante la encíclica Laudato si hayan dejado de apoyar con sus acciones bursátiles las empresas del carbón y del petróleo. Por eso, en este momento, existe un negocio internacional rentabilísimo para el que, eso sí, hay que vender el alma: cualquier medio de comunicación y campaña bien organizada que ataque al Papa Francisco, venga de donde venga y sea por lo que sea, puede contar con la millonaria financiación de un lobby que se ha marcado como objetivo empresarial acabar cuanto antes con el pontificado del argentino.

Cómo EE. UU. quiere cambiar de Papa
Autor:

Nicolás Senèze

Editorial:

San Pablo

Año de publicación:

2020

Páginas:

256

Precio:

16,50 €