El Papa nos viene a decir: La familia sí importa - Alfa y Omega

El Papa nos viene a decir: La familia sí importa

Un repaso a las medidas legislativas llevadas a cabo por el actual Gobierno en contra de la institución de la familia permite constatar lo mucho que aportará la visita a España de Benedicto XVI, que traerá un mensaje claro: La familía sí importa

Benigno Blanco

La familia sí importa, clamó un millón de personas en las calles de Madrid el 18J de 2005. La familia es lo que importa, nos dirá con unas palabras u otras Benedicto XVI en su próxima visita a Valencia. La voz del Papa será altavoz y refuerzo de esa idea que inspira las actuaciones del Foro Español de la Familia y que refleja la preocupación y la esperanza de millones de españoles que no están dispuestos a abdicar de sus convicciones sobre la bondad del matrimonio y de la familia.

El Papa es, en nuestros días, la voz que con más coherencia, claridad, insistencia y convicción defiende el matrimonio y la familia en nuestro mundo. Dado que España es hoy el país occidental donde de forma más sistemática, sectaria y radical el poder político está atacando a la familia, oir en directo al Papa resulta especialmente oportuno y necesario.

En los últimos dos años, en España, el legislador ha suprimido el matrimonio como institución específica para la unión entre hombre y mujer, al equipararlo con las uniones homosexuales; ha banalizado hasta límites ridículos el contrato matrimonial, al hacerlo resoluble por divorcio de forma unilateral a partir de los tres meses de la boda; ha denegado el derecho de los padres a responsabilizarse de la educación que reciben sus hijos y ha limitado la protección al embrión humano hasta tratarlo como una cosa –un poco valiosa, pero cosa al fin–; y, por último, ha suprimido el sexo como seña de identidad de las personas en el Registro Civil, sustituyéndolo por el género como categoría cultural y reversible.

Es decir, en estos últimos meses, el Derecho español ha convertido en leyes los principios ideológicos de la filosofía de género, consumando así un ataque sistemático y global al matrimonio y la familia. Ahora, la sociedad española vive la tensión entre hacer suyas estas reformas legales y empezar a pensar conforme a la nueva ideología de género que inspira nuestras leyes; o bien, por el contrario, mantener un compromiso vital y cultural con el matrimonio y la familia como instituciones que sí importan.

En medio de este conflicto, el testimonio personal y en directo de Benedicto XVI para quien la familia es patrimonio de la Humanidad, es de un inmenso valor para quienes no estamos dispuestos a dejarnos convencer por la ideología de género.

La Iglesia y los Papas fueron proféticos y valientes defendiendo a la Humanidad frente a las ideologías totalitarias del siglo XX, y al final la Historia les ha dado la razón: hundidos en el nazismo y el comunismo, hay que reconocer que la Iglesia –a veces, casi en solitario– ha sido determinante para que esos brutales ataques al hombre no dominasen el mundo en la pasada centuria. Hoy, la voz del Papa Benedicto hace el mismo esfuerzo profético y valiente al denunciar los ataques a la familia por parte de la ideología antihumanista de nuestra época, la filosofía de género, que pretende liberar a la Humanidad de la maternidad y la familia a través de la destrucción de la misma diferenciación sexual como dato irrelevante y restrictivo de la libertad.

En este contexto, recibir en España al Papa que viene a hablarnos de la familia es una bendición de lo más oportuna. Estoy seguro de que nos reforzará en nuestras convicciones, expondrá con claridad el tesoro para la Humanidad que es la familia, y su voz ayudará a hacer patente ante la sociedad española que la familia sí importa.