Aumentan los fondos que la Iglesia dedica a atender a los internos de las cárceles - Alfa y Omega

Aumentan los fondos que la Iglesia dedica a atender a los internos de las cárceles

La Conferencia Episcopal ha publicado la Memoria de la Pastoral Penitenciaria en España 2019 que recoge, además, el crecimiento por segundo año consecutivo del número de personas que participan en celebraciones religiosas en la cárcel

Fran Otero

La Conferencia Episcopal Española (CEE) acaba de publicar la Memoria de la Pastoral Penitenciaria en nuestro país correspondiente al año 2019, datos que reflejan que la labor de la Iglesia en la cárcel no solo se consolida, sino que crece. Aumenta el dinero invertido por las delegaciones diocesanas y por las capellanías de cada cárcel, que superó los 1,7 millones de euros frente a los 1,3 millones del ejercicio anterior y los 810.000 de 2017.

En concreto, se dedicaron 242.339 euros para que 9.494 personas pudieran comprar diferentes artículos en el economato de la prisión y se entregaron 8.682 paquetes de ropa, de los que se beneficiaron 7.182 personas. Además de la ayuda ofrecida dentro de la cárcel, la pastoral penitenciaria pone a disposición de las personas privadas de libertad un total de 80 casas de acogidas —cinco más que el año anterior— para que puedan disfrutar de sus permisos, que en 2019 alcanzaron los 3.871.

Estas acciones se enmarcan dentro del área social, cuyos programas han vuelto a crecer en 2019 hasta los 546, dentro (397) y fuera (149) de la cárcel.

En el área religiosa se han llevado a cabo 345 programas, con actividades como catequesis, acompañamiento espiritual, grupos de oración o celebraciones de la Eucaristía… La participación en estas últimas ha vuelto ha crecer por segundo año consecutivo hasta las 7.163 personas frente a las 7.150 de 2018 y las 7.055 de 2017.

Mientras, en la jurídica se han desarrollado 94 programas —en el interior (54) y en el exterior (40)— que ofrecen asesoramiento en el proceso penal o en materia laboral.

La nota menos positiva de la memoria tiene que ver con el descenso del número de voluntarios, que han pasado de 2.755 en 2018 a 2.560 en 2019. Otras cifras interesantes son el número de capellanes implicados (162) y las entidades colaboradores (866), entre parroquias, congregaciones religiosas y ONG.

«Los datos que aparecen en este estudio son muy reales. Consideramos un gran éxito el alto nivel de respuesta. Eso significa la implicación de delegados diocesanos, capellanes y voluntarios. Hay vida, mejor dicho, mucha vida en la Pastoral Penitenciaria en España, aunque no se vea, aunque no se conozca. Pero lo que es más importante, los pobres, los presos sí que lo saben, porque lo ven y son beneficiarios de ello. Eso nos da una tranquilidad de conciencia que me hace sentir orgulloso de la gran calidad humana y evangélica de todos los agentes de esta pastoral», explica Florencio Roselló, director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española.