Respuesta a desafíos de hoy - Alfa y Omega

Respuesta a desafíos de hoy

«Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe. Respuesta a los desafíos del mundo de hoy. El reto de los jóvenes» fue el lema escogido, para la XI Jornada diocesana de Apostolado Seglar, que se celebró el pasado fin de semana. El acto estuvo presidido por nuestro cardenal arzobispo, Antonio María Rouco Varela, y por uno de los tres obispos auxiliares, monseñor César Franco

José Antonio Méndez
Un momento de la Jornada

Con el lema «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe. Respuesta a los desafíos del mundo de hoy. El reto de los jóvenes», se celebró el pasado fin de semana la XI Jornada diocesana de Apostolado Seglar, en Madrid. La Jornada estuvo presidida por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y contó con la presencia de uno de los tres obispos auxiliares de la archidiócesis, monseñor César Franco, responsable diocesano del Apostolado Seglar.

El tema giró en torno a la evangelización de los jóvenes, en el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid el próximo mes de agosto. Precisamente por eso, la ponencia central de la Jornada corrió a cargo del Delegado de Enseñanza de la archidiócesis, el sacerdote don Avelino Revilla, quien recordó las palabras de Benedicto XVI en el Motu Proprio con el que instituyó el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización: «La Iglesia tiene el deber de anunciar siempre y en todas partes el Evangelio de Jesucristo». Y añadió que «aunque la propaganda laicista pida la salida de la escena pública de la presencia cristiana y eclesial, ni la fe ni la Iglesia pueden renunciar a su dimensión pública para refugiarse en las sacristías. Dicha presencia pública ha de ir acompañada de un proyecto cultural que la legitime, un proyecto guiado por el diálogo entre la fe y la razón, de manera que ésta no se reduzca a mera racionalidad científica, que rechaza todo lo que trasciende lo empírico».

¿A qué esperas para cambiar tu vida?

En menos de seis meses estaremos viviendo y celebrando en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud. ¡Qué gozada, qué gran don! Dos millones de jóvenes, reunidos en torno a Benedicto XVI, demostrando así, con su vida, que están Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe. Jóvenes que vendrán a Madrid porque creen o quieren creer, porque buscan a Dios y aman a Cristo y a la Iglesia.

En todo este tiempo de preparación a la JMJ estamos siendo testigos de esa Iglesia joven que nos dejó Juan Pablo II. Prueba de ello son estos encuentros mundiales; y con el nuestro serán 26.

¡Qué maravilla es comprobar la implicación y generosidad de los jóvenes, pero también la de los colegios, de las parroquias, de los movimientos y asociaciones en la preparación, acogida y voluntariado para que Madrid pueda ser, durante esos días, como ha dicho nuestro cardenal arzobispo, sede de la catolicidad. Del 16 al 21 de agosto viviremos en Madrid una catequesis permanente: los Días en las Diócesis, los actos culturales, el Vía Crucis, la Vigilia y la celebración final del Domingo, en Cuatro Vientos… ¡Cuántos frutos dará la JMJ de Madrid 2011 en la vida de tantos jóvenes! Algunos encontrarán al Señor, otros su vocación (sacerdotal, a la vida religiosa, matrimonial, etc.); otros muchos se verán confirmados en su fe, pero nadie, estoy seguro, volverá a casa con el corazón vacío o indiferente…

Entonces, contamos contigo, ¿verdad?

Mario Alcudia