A los jóvenes - Alfa y Omega

Los obispos os queremos como personas. Valoramos y apreciamos la juventud. Nos une con vosotros, los jóvenes, un vínculo preciosísimo: todos somos hijos de Dios por el Bautismo. Y a los no bautizados nos une también un vínculo verdaderamente fuerte y rico: todos hemos sido creados por Dios a su imagen y semejanza. Al ser imagen y semejanza de Dios, estamos orientados esencialmente a Dios, como decía san Agustín: «Hemos sido creados por Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti».

Debemos estar convencidos de que, si Dios nos ha creado a su imagen y semejanza; si nos ha regalado el mundo y cuanto hay en él; si nos ha puesto en medio de las personas, nos ha hecho partícipes de su inteligencia y nos ha dado la capacidad de amarlo a Él y a los demás, y el gesto más acertado de amor a los demás será procurar que conozcan a Dios.

El desarrollo personal y la relación con quienes nos rodean no pueden ser fruto exclusivo del propio albedrío. Ninguno somos conscientes para ordenar con acierto nuestra existencia. Todos necesitamos unos puntos de referencia y unas ayudas de diverso orden y nivel. La referencia y la ayuda que todos necesitamos está principalmente en Dios. La ayuda imprescindible es Dios mismo. Él se ha hecho visible a nosotros en Jesucristo. El argumento para creer en Jesucristo va acompañado del testimonio que de Él nos da la Santa Madre Iglesia, sin interrupción desde la predicación de los Apóstoles hasta nuestros días.

Para vosotros, la libertad y la felicidad son dos objetivos en los que ponéis alma, vida y corazón. Por ello, muchas veces os alejáis de la Iglesia, temiendo que la propuesta del Evangelio que os hace suponga un recorte para la ansiada libertad y para alcanzar la felicidad que buscáis en cada momento.

La diferencia entre los que siguen al Señor y los que le dan la espalda está en que la cruz de Cristo, que es dolorosa, lleva a la Resurrección. En cambio, el dolor y fruto de los errores y del pecado lleva a la perdición.

Obispos de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz