A la JMJ, desde el credo - Alfa y Omega

A la JMJ, desde el credo

María Martínez López
Jóvenes voluntarios de la JMJ reciben el aliento del cardenal arzobispo de Madrid, durante la celebración del pasado 14 de septiembre.

En estas semanas, todas las parroquias y grupos católicos están comenzando un nuevo curso, marcado por la celebración, el próximo mes de agosto, de la Jornada Mundial de la Juventud. En Madrid, fue su arzobispo, el cardenal Antonio María Rouco, quien inauguró el curso oficialmente con la celebración de la Eucaristía que tuvo lugar el pasado 14 de septiembre en la catedral de la Almudena. En su homilía, subrayó que, al ser la JMJ «la ocasión más radical en el testimonio de evangelización de nuestros jóvenes y nuestra ciudad», es fundamental prepararse bien para ella, «tratando de conocer más al Señor, su verdad; y haciéndolo presente en nuestra vida para que los fieles la conozcan, la vivan y la disfruten».

No en vano, el Plan pastoral que rige el trabajo de este curso en la archidiócesis está orientado a que toda la comunidad cristiana prepare la Jornada. Siguiendo el lema de la JMJ —Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe—, el objetivo central es «fortalecer nuestra adhesión a Jesucristo y nuestro compromiso en el anuncio del Evangelio», actuando en tres líneas: «Crecer en el conocimiento de Jesucristo; fomentar la oración y la participación consciente y provechosa en los sacramentos; y testimoniar nuestra fe por la palabra y la acción». En todo ello, ocupa un lugar fundamental el Credo, pues —según ha explicado a Alfa y Omega don Ángel Matesanz, director de la Preparación pastoral de la Jornada— la JMJ «es un acontecimiento eminentemente misionero», y, para anunciar a Cristo, hay que conocerlo «en la fe de la Iglesia»; y la comunidad de creyentes la ha plasmado en el Credo, que «no es una lista de verdades que hay que creer», sino, más bien, «una historia que se cimenta en hechos».

Ésta es nuestra fe

Repasar el credo es, por ello, una de las exhortaciones de la carta Firmes en la fe, con la que el cardenal Rouco presentaba el proyecto de este curso. «Quien lo profesa de verdad —afirmaba—, y no sólo con los labios, comprende su propio ser, qué significa ser un hijo de Dios, redimido por Cristo y santificado por su Espíritu. Descubre su dignidad como miembro de la Iglesia y el gozo de vivir ya aquí la vida eterna».

Ya el año pasado, las catequesis para jóvenes, que se pueden encontrar en la web de la JMJ (www.madrid11.com), se elaboraron con esta visión, y están basadas en los aspectos fundamentales del Credo; no sólo de forma teórica, sino con pistas para «verificar lo que yo vivo, y que nuestra vida vaya construyéndose» sobre la fe que compartimos, subraya don Ángel Matesanz.

Además de estas catequesis y el Plan pastoral, la diócesis está preparando diversos materiales, que se entregarán a todas las parroquias y movimientos junto con el Mensaje del Papa para la JMJ y la Carta pastoral del cardenal Rouco: guiones para profundizar en dichos textos, tres guías para rezar según la lectio divina en Adviento, Cuaresma y Pentecostés —elaborados con la colaboración de los benedictinos del monasterio de Leyre—, y también guiones para sendas celebraciones comunitarias en esos mismos momentos y en Pascua. Con estos mimbres, serán las parroquias y movimientos, coordinados por otros organismos intermedios, quienes apliquen el Plan pastoral, cada uno según sus posibilidades.

Algunas pistas…
  • …para crecer en el conocimiento de Jesucristo: profundizar en el significado del credo en la propia vida; predicar sobre la dimensión misionera de la vida cristiana; que las instituciones eclesiales que educan a niños y jóvenes se coordinen; animar a los jóvenes no confirmados a que lo hagan, y a responder generosamente a una posible vocación; educar sobre cómo la sociedad actual favorece o estorba el designio de Dios; y dar prioridad a la dimensión cristológica en la formación permanente de los sacerdotes.
  • …para fomentar la oración y participación consciente y provechosa en los sacramentos: practicar la lectio divina; rezar en familia; profundizar en el significado de la Eucaristía; promover la adoración al Santísimo, el sacramento de la Penitencia y la participación en Ejercicios espirituales y retiros; y organizar una campaña de oración por el fruto espiritual de la JMJ.
  • …para testimoniar la fe: explicar los motivos para testimoniar la fe y esperanza cristianas; impulsar el anuncio del Evangelio a los jóvenes en la calle, lugares de ocio, centros educativos…; difundir la concepción cristiana de la familia y el valor de la vida; colaborar en el proyecto de Cáritas diocesana JMJ Madrid 2011, de ayuda a familias sin vivienda; preparar la JMJ de forma coherente con el Evangelio, difundirla en el propio entorno, y motivar a acoger a jóvenes extranjeros y a ser voluntarios.