Un camino de Santiago a la JMJ - Alfa y Omega

Un camino de Santiago a la JMJ

«Queremos ganar el corazón de los jóvenes de toda España para Cristo. Queremos dar un a ser cristiano, que es un a ser apóstol. Vamos a poner en las manos de la Virgen una doble petición: ser fieles a nuestra fe y que seamos testigos del Señor, durante todo el año y, sobre todo, dentro de 12 meses, en la Jornada Mundial de la Juventud». Con estas palabras, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, animaba a los más de 2.000 jóvenes de la diócesis madrileña que habían peregrinado a Santiago de Compostela, junto a sus pastores, a preparar la JMJ de 2011. Y ellos, los jóvenes, tomaron nota. Sus testimonios demuestran que el Camino de Santiago 2010 ha sido, ante todo, un camino a la JMJ 2011

José Antonio Méndez
Un momento de la peregrinación a Santiago, con la Cruz de los Jóvenes de Madrid, al frente.

Blanca Díez Ponce: «La mejor manera de acercar a otros a Dios es el testimonio»

Aunque no lo parezca por su forma de hablar, y por lo claro que tiene Quién es el centro de su vida, Blanca sólo tiene 19 años. Ella fue uno de los 2.000 peregrinos de Madrid que caminaron hacia Santiago de Compostela, y es uno de los más de 6.000 voluntarios que ya se han apuntado para ayudar en la organización de la Jornada Mundial de la Juventud. Porque, para Blanca, ser voluntaria iba de la mano con ser peregrina: «Antes de ir a Santiago -explica-, pensaba que el Camino sería un camino hacia Dios, y, por eso, esperaba que ese encuentro con el Señor marcase mi vida y me ayudase a prepararme mejor espiritualmente, de cara a la JMJ». Después de la peregrinación, «he comprendido que en mi vida de fe no se trata de cubrir unos objetivos, sino de encontrar un ideal de altura: Cristo. Se trata de encontrarme de frente con Él y confrontar mi vida con la suya. En la peregrinación a Santiago he visto algo mucho más grande de lo que esperaba». Ahora, Blanca se pregunta que, «si con 2.000 personas he podido tener un encuentro tan grande con el Señor, ¿hasta qué punto me ayudará comprobar que millones de jóvenes comparten mi fe? Ver a tanta gente me hace darme cuenta de que la fe no es una locura, ni una rallada que yo tenga en la cabeza, sino que Cristo está realmente vivo, y puedo presentárselo a quienes no lo conocen». Para eso, Blanca sabe que «la mejor manera de acercar a otros a la Iglesia es predicar con el ejemplo, para que la gente se dé cuenta, al vernos en la JMJ, de que vivir siguiendo a Cristo y pasárselo bomba es perfectamente posible». Y concluye: «Soy voluntaria de la JMJ porque sé que Dios me dice, a través del Papa, Vengo donde tú estás para que me tengas cerca; sólo te pido que me ayudes a acercarme a otros. Así que ¿cómo iba a negarme?».

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Francis Muamba: «Me ha sorprendido cómo rezan los jóvenes españoles»

Mientras unos disfrutan, Francis trabaja. Como traductor en la organización de la JMJ -transcribe todos los comunicados al francés-, este congoleño, afincado en España desde hace tres años, sabe lo importante que es comunicar bien lo relativo al gran encuentro con el Papa. Este verano, además, ha peregrinado con la Delegación de Juventud de Madrid para echar una mano en el área de medios y, de paso, animar a todos los peregrinos a que no se pierdan la JMJ. «Para mí -cuenta-, no es sólo trabajo, sino una experiencia de fe. Vemos en la televisión que sólo las malas noticias parecen interesantes. Pero una reunión de miles de personas que se juntan, aunque no sean de la misma raza, ni de la misma lengua, porque creen en la misma Persona, es una historia preciosa que merece ser contada». Como buen observador, Francis asegura que, «en Santiago, he descubierto a otro tipo de jóvenes. Cuando eres extranjero, lo primero que te llama la atención son los jóvenes pasotas, el botellón… Pero en la peregrinación he descubierto jóvenes más maduros que los chicos de su edad, sanos y alegres. Me ha sorprendido cómo rezan los jóvenes españoles. Flipaba al oír las canciones de misa, y ver que la gente se las sabía. Y estoy seguro de que cuando los jóvenes alejados vean a los chicos que yo he visto en Santiago, junto a otros jóvenes de todos los continentes, en la JMJ, se quedarán impactados y buscarán acercarse a ellos».

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Don Fulgencio, sacerdote: «El testimonio de los sacerdotes jóvenes anima a seguir a Cristo»

Don Fulgencio ha acompañado a un centenar de chavales de la parroquia madrileña de Santa Teresa Benedicto de la Cruz a la peregrinación. Ahora, dice que «esperamos que los chicos que han estado en Santiago se conviertan en apóstoles, a través de lo que han vivido y de la formación de la parroquia, y eso se note en la JMJ. La mayoría de los grupos que venían de Madrid sobrepasaban las cien personas, y eso impacta mucho». Eso, y «el testimonio de los sacerdotes jóvenes, que anima a seguir a Cristo. En la peregrinación nos hemos juntado muchos curas jóvenes, que somos hermanos y amigos desde el seminario. Esa unión entre nosotros, y nuestra labor con los jóvenes, es algo que ellos valoran». Un hecho ratifica sus palabras: en la última Eucaristía que celebraron en Santiago, los peregrinos de Madrid, después de que el cardenal Rouco agradeciese la labor de los sacerdotes, los jóvenes rompieron en un aplauso espontáneo de casi dos minutos. «Ojala que en la JMJ también tengan ese testimonio sacerdotal», dice.