La Cruz de las JMJ llega a Barcelona - Alfa y Omega

La Cruz de las JMJ llega a Barcelona

Unos 2.000 jóvenes se congregaron, el pasado viernes, en la basílica de Santa María del Mar, en torno a la Cruz de las JMJ, recién llegada a Barcelona. La Vigilia de oración fue presidida por el cardenal Martínez Sistach, con el lema La Cruz nos da la vida. En el ambiente se percibe ya la ilusión por la próxima Visita del Papa

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La Cruz de las JMJ se encuentra con una imagen de la Virgen, el viernes pasado en Barcelona. Foto: Miriam Puñet.

La cruz es «un símbolo que une a todos», afirma Alejandro González, un joven que fue a ver al Papa a Sídney, e irá donde haga falta. En 2011 se lo han puesto más fácil. En la Vigilia del viernes, en Santa María del Mar, el cardenal Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona, habló de la JMJ del año próximo en Madrid, con la mirada puesta también en la Visita de Benedicto XVI a Barcelona, el 7 de noviembre, para consagrar el templo de la Sagrada Familia.

El arzobispo de Barcelona habló a los jóvenes sobre las dudas e interrogantes habituales en cualquiera, frente a cuestiones como el sentido de la vida, del dolor, del sufrimiento… «Cristo es la respuesta y quien da sentido a la existencia», dijo, antes de hacer un llamamiento a seguir a la Cruz, símbolo de vida, y de animar a los jóvenes a estar dispuestos a seguir el camino de la vida consagrada. Durante la velada, cuatro jóvenes dieron su testimonio sobre situaciones difíciles de sus vidas.

Más tarde, muchos de los allí reunidos caminaron en silencio durante hora y media, a la luz de las antorchas, en un vía crucis organizado por la parroquia de Santa Teresa del Niño Jesús. Especialmente emotivo fue el momento en el que la gran Cruz, llevada por jóvenes que habían participado en las once ediciones anteriores de las JMJ, se encontró con la imagen de la Virgen, llevada por los que aún no han asistido a ninguna. Todo un símbolo de que estas Jornadas iniciadas por Juan Pablo II continúan de generación en generación.

Católicos valientes

«Vengo porque soy joven y católico», decía orgulloso Jaime Villalba, de 20 años. Alejandro, que quería «demostrar que hay juventud católica en Barcelona», confesaba que el problema de los jóvenes es la comodidad; aunque, «a la hora de la verdad, acuden». Miriam Brotons, de 19 años, que había sido una de las portadoras de la Cruz, cree que los jóvenes no se muestran lo suficientemente valientes para mostrar lo que son. Un voluntario, Agustín Argerich, añadía que, además, «es importante apoyar las iniciativas de la diócesis», y mostraba su deseo de que haya más actos similares.

Tras pasar por Tarragona, el próximo sábado la Cruz de las JMJ será el núcleo de la celebración del Encuentro del Espíritu, en Terrassa. Del 24 al 26 de mayo, volverá a la archidiócesis de Barcelona, donde pasará por parroquias y colegios. El día 26, por ejemplo, peregrinará al monte del Tibidabo en un acto organizado por el arciprestazgo de Sarrià.

Se respira ya en el ambiente la ilusión por la próxima Visita del Papa a Barcelona. «Se podrá ver que la juventud de Barcelona le apoya incondicionalmente», asegura Miriam Brotons.

María Menéndez, Barcelona