Miles de personas acogen la Cruz de las JMJ en Madrid - Alfa y Omega

Miles de personas acogen la Cruz de las JMJ en Madrid

A hombros de los jóvenes, como ha avanzado por todo el mundo: así recorrió la Cruz de los jóvenes el centro de Madrid, el pasado Viernes Santo, al ser acogida en la capital. No era una procesión más: la Cruz peregrina pisaba, por primera vez, la sede de la JMJ de 2011

María Martínez López
Los jóvenes portan la Cruz de las JMJ, por la madrileña calle de Alcalá.

Viernes Santo, el día de mirar el árbol de la cruz, como rezaba el lema de esta Semana Santa en Madrid. Lo dijo el cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, en la homilía de los Oficios de ese día: «La liturgia del Viernes Santo nos invita a sumarnos con fe y con alma a lo que pasó» en el Calvario. Y se miró la cruz, en la catedral de la Almudena, y también por las calles de la capital. Era el día escogido para acoger la Cruz de los jóvenes en Madrid, después de haberla recibido el Domingo de Ramos en Roma. Tras los Oficios, durante los cuales había permanecido a la entrada de la catedral, cerca de 200 voluntarios, luciendo las mismas camisetas rojas que unos días antes -aunque con varias capas de ropa debajo para protegerse del frío y la lluvia-, la llevaron en procesión por calles tan céntricas como Mayor, Carrera de San Jerónimo, Sevilla o Alcalá.

En esos momentos, había miles de personas congregadas en el centro de la ciudad, para contemplar la Cruz, o alguna de las otras procesiones programadas para ese día. Algunas, extrañadas, preguntaban por esa Cruz transportada en horizontal, tan distinta de los pasos habituales en Semana Santa. Otras muchas, sin embargo, estaban al corriente, y preguntaban a los jóvenes: «Ésa es la Cruz que os ha dado el Papa, ¿no?». Unas terceras, cuando empezaron a caer las primeras gotas, avisaban a los jóvenes de que el Jesús de Medinaceli, con el que la Cruz se iba a encontrar en la plaza de Canalejas, no iba a salir.

Algunas curiosidades

• La Cruz, de madera maciza, tiene como único adorno una placa con las palabras con las que Juan Pablo II se la entregó a los jóvenes en 1984. Mide 3,8 metros de alto, y 1,76 de ancho, y pesa 40 kilos. Si no es en procesión, se transporta desmontada dentro de una caja. La peana, que pesa 15 kilos, se transporta también con su propia caja.

• Cuando no peregrinan por el mundo, la Cruz y el Icono se encuentran en el Centro Internacional de Jóvenes San Lorenzo, fundado por Juan Pablo II hace 26 años.

• El Icono de la Virgen es obra del iconógrafo francés David Ongaro para la JMJ de 2000 (Roma). Reproduce a tamaño natural (118×79 cm) la imagen de María, Salus Populi Romani, de la basílica de Santa María la Mayor.

• El conjunto de Cruz, peana e Icono, con sus respectivas cajas, pesa 213 kilos. Incluye también algunas orientaciones para el trabajo pastoral.

Fue una pequeña decepción, pero no enturbió lo importante de ese día. En cierto sentido, el cardenal Rouco lo había advertido ya en la homilía: el Viernes Santo es «un día para el amor sin más, que no busca premios», sino que intenta responder al amor infinito del Padre que entrega a su Hijo a la muerte por nosotros, para que no pequemos más, para salvarnos del pecado. Una pequeña parte de ese amor se la devolvieron los jóvenes madrileños dando testimonio de ese amor, al cargar con la Cruz por las calles de Madrid, y también en la pequeña celebración, presidida por el cardenal Rouco, cerca de la plaza de Canalejas. Era un primer paso para mostrar la propia vida convertida y la Cruz a todos, para que todo el que quiera descubrir el Amor, se abrace a Él en la cruz. Para ello, en nombre de los jóvenes y de todos los presentes, el cardenal había pedido, al finalizar la homilía, valentía a la Virgen, que acompañó a su Hijo y padeció con Él al pie de la cruz.

La peregrinación en España

Tras ser acogida, el pasado viernes, en Madrid, la Cruz de los jóvenes ha dejado temporalmente España, para cumplir compromisos previos. En los próximos meses visitará, entre otros lugares, Polonia y el continente africano. Volverá a Madrid para la Vigilia de adoración que está prevista para el 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, en la catedral de la Almudena. A partir de entonces, comenzará la peregrinación por la archidiócesis de Madrid y sus diócesis hermanas de la Provincia Eclesiástica, empezando por la Vicaría III (dentro de la cual se encuentra la catedral de la Almudena). El calendario definitivo, basado en las propuestas de los arciprestazos, se dará a conocer en breve. Más adelante, a partir de la primavera del año que viene, empezará la peregrinación por las diócesis españolas que lo soliciten al Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española, que ya ha recibido algunas peticiones no oficiales. Los actos que se pueden realizar son muy variados, desde actos de adoración o Via Crucis en las catedrales e iglesias, hasta visitas a cárceles u hospitales.