Para discapacitados graves no hay suficientes recursos - Alfa y Omega

Para discapacitados graves no hay suficientes recursos

El Real Patronato sobre Discapacidad funciona desde el año 1976. Hoy en día el Real Patronato sobre Discapacidad, del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cuenta con una amplia biblioteca, un importante servicio de documentación, y apoya iniciativas que presten un servicio a los discapacitados desde cualquier asociación o institución española de este sector. Alfa y Omega ha hablado con su director, don Demetrio Casado

Redacción
Demetrio Casado

¿En qué lugar se encuentra España, respecto de la Unión Europea, en la integración de la discapacidad?
España, en términos generales, está en la posición que le corresponde desde el punto de vista de desarrollo técnico y económico, en el orden de las intervenciones públicas. Pero quizás está un poco mejor de lo que le correspondería, pues hay un movimiento asociativo bastante potente, y que ha estimulado bastante soluciones, recursos y demás. Yo creo que hay que destacar que la situación de la discapacidad no es sólo la que resulta de la oferta de servicios y actividades que el sector público y el sector privado presentan en cada momento, sino lo que presenta la sociedad civil, y pienso que nuestra sociedad civil es un poco más acogedora que el resto de Europa.

Quizá suceda lo mismo en Italia o en Grecia. Es decir, la familia española es quizá más protectora o acogedora de lo que puede ser la familia sueca, o inglesa. De esto se derivan algunos inconvenientes, como es la super protección, pero desde otro punto de vista la familia es un seguro, un soporte importantísimo, no sólo en el orden material, sino del apoyo psicológico, afectivo; en ese sentido, España es una sociedad envidiable.

El pensamiento tradicional tiende a pensar que la felicidad de una persona depende del gasto social, de la oferta pública…, cosa que está desacreditada por las evidencias empíricas, porque hoy se sabe que es tan importante el sistema sanitario como el medio ambiente físico y social, como el estilo de vida, la base biológica, etc.

Las cifras del paro en las personas discapacitadas, según las estadísticas, no son muy esperanzadoras… ¿Hay que luchar más por la integración en el trabajo?
Las cifras de desempleo que salen en algunos estudios nunca se hacen en relación con las personas que quieren y pueden trabajar. La información disponible suele estar bastante confundida. Hay personas que claramente no son empleables, más que en centros terapéuticos…; entonces uno no puede hacer las tasas de desempleo contando con esas personas que no pueden trabajar. Hay personas que, cuando sufren un accidente de trabajo y quedan con discapacidad, ya no quieren volver a una función que les ha generado un accidente de trabajo, y como a lo mejor tienen 30 años y una pensión…

Después, el mercado de trabajo de personas con discapacidad tiene grandes dificultades. Conozco muchos casos de personas discapacitadas que están buscando trabajo, pero si no tienen un transporte de empresa adaptado, no pueden hacerlo. Hay un montón de estudios en los que se ponen de relieve cifras globales que no son relevantes. En España es más importante la gran cantidad de personas con discapacidad que no comparecen al mercado de trabajo, que la cifra de paro. Es necesario saber, dentro de ese paro que algunos estudios indican, quiénes no quieren trabajar, no pueden, no tienen transporte… El recurso que se ha utilizado es que «los empresarios no quieren hacer contratos». Es lo que se dice normalmente. Y la verdad es que es un auténtico negocio contratar personas con discapacidad, está clarísimo. Son enormes las ayudas que les dan. Se trata de un tema muy complejo, y que habría que tratar monográficamente. A mí me han llegado empresarios pidiéndome que quieren contratar gente con discapacidad y no los encuentran. Y si incumplen el decreto del 2 % tienen que pagar una especie de multa. A veces se confunde la inactividad con el desempleo, que son dos conceptos muy diferenciados por la OIT.

¿Cuál cree que es la dificultad más grave a la que se enfrenta una persona discapacitada hoy en España?
El problema más grave que tiene una persona discapacitada en nuestro país está en las personas afectadas de discapacidades graves que suponen limitaciones para las actividades de la vida diaria, y que están dependiendo únicamente de cuidados personales y familiares. El asunto del empleo afecta a un porcentaje muy pequeño de los discapacitados. Dentro de las personas en situación de dependencia, hay muchas que están a su vez dependiendo de apoyos precarios: cuidada por un familiar que tiene 70 años y la columna hecha polvo. Las pensiones en España están pensadas para sustituir las rentas de trabajo, como mucho. Para vivir una persona modestamente. Pero cuando vienen las necesidades de ayuda de terceras personas, se necesita una pensión el quíntuple de la convencional, porque una persona con grave discapacidad puede necesitar 3 ó 4 personas. Como no hay dinero se resuelve con un familiar, o con una residencia, a la que no siempre se puede acceder fácilmente. Por ejemplo, un recurso que sería muy deseable en España es el Centro de Día, donde las personas discapacitadas permanecen durante el día, y se concilia el vivir en familia y el estar cuidado. Pues eso es en nuestro país una rareza, y apenas tiene extensión. El problema son las situaciones de dependencia no suficientemente apoyadas económicamente y con servicios.