Queridos médicos: gracias y ánimo - Alfa y Omega

Queridos médicos: gracias y ánimo

200 niños de Ávila han escrito a los enfermos y al personal sanitario del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. Y «han hecho mucho bien», cuenta uno de sus sacerdotes

María Martínez López
Sofía mandó este mensaje de ánimo al personal sanitario del hospital
Sofía mandó este mensaje de ánimo al personal sanitario del hospital. Foto: Diócesis de Ávila.

«Hace poco mi abuelo ha tenido COVID-19, ha estado ingresado en Madrid. Gracias a los médicos ya está en casa y muy bien. Os doy las gracias por poner tanto empeño por intentar poner fronteras a este virus. Ánimo a todos». Esta carta llegó el mes pasado al Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, del Complejo Asistencial de Ávila. La había escrito un niño, aunque se le olvidó firmarla. Y no ha sido el único: casi 200 chicos de toda la provincia han hecho llegar sus mensajes de ánimo y apoyo a los enfermos y trabajadores del hospital.

Los habían animado a ello desde la diócesis de Ávila, y «ha sido una experiencia preciosa que ha despertado los mejores sentimientos en todos», nos cuenta Antonio Luis, uno de los sacerdotes que atienden este centro médico. Al principio de la crisis no podían repartirlas, porque la situación era muy difícil: había tantos enfermos que hubo que poner camas hasta en la cafetería; los médicos y enfermeras no tenían material para trabajar…

Dibujo de Sofía D. Foto: Diócesis de Ávila

Una de las cosas que más preocupaba a los capellanes era que los pacientes no podían tener visitas, y muchos morían sin nadie querido a su lado. «Nosotros intentábamos llegar a ellos en la distancia» y transmitirles el mensaje de que «nadie está solo» porque Dios está con nosotros. Y que «estamos aquí como representantes de la Iglesia, que te quiere acompañar aunque no nos veas».

Mejor que los aplausos

Cuando todo se calmó un poco y empezaron a llegar las cartas «fue un respiro de ilusión entre tanto sufrimiento». A Antonio Luis le llama la atención cómo estos mensajes «estaban llenos de la ternura de los niños, pero a la vez se veía que sabían lo que estábamos viviendo. Y han sido capaces de señalar lo más importante: que el personal sanitario se merece el mayor aplauso y que a los enfermos, a pesar de la dureza de todo, hay que transmitirles esperanza».

Todos recibieron las cartas y dibujos con una alegría enorme. «A algunos se les saltaban las lágrimas de la emoción. Cuando los enfermos se iban ya a casa, se las llevaban con ellos». Por eso cree que ha sido un gesto muy importante, incluso «mejor» que los aplausos, porque ha llevado todo ese cariño hasta dentro del hospital. «Ha hecho mucho bien».

«Sé que estás enfermito»
Dibujo de Carla

«Sé que estás enfermito en el hospital, pero te mando un abrazo muy fuerte para que te pongas bien muy pronto. Quiero que sonrías mucho cuando leas esta carta. A los sanitarios, ahora que tenéis tanto trabajo, os mando un abrazo muy grande para que tengáis mucha fuerza para seguir. Yo voy a ser investigadora para ayudaros». Adriana

«Está en buenas manos. Tenemos muy buenos médicos, enfermeros, celadores y limpiadores que van a cuidar muy bien de usted para que pronto pueda volver con su familia. Cada día salgo al balcón con mi hermana y mis padres a aplaudir pero hoy quiero dedicarle este aplauso. ¡Ánimo!». Daniel

«Quiero desearte mucha suerte para recuperarte. Para nosotros eres muy especial y también quiero que estés feliz y contento, como dicen muchos médicos la risa es la mejor medicina. Pasarás en estos momentos cosas buenas y malas, pero siempre debes quedarte con lo bueno». Álex

«Médicos: sois unos verdaderos héroes cuidando y curando a todos, sacando sonrisas a todos aquellos que están enfermos y haciendo todo lo posible por salvar nuestras vidas. Sé que a veces no hay solución, pero lo importante es que lo hacéis con mucha alegría y fuerza porque cuando alguno fallece seguís esforzándoos y dándolo todo. ¡Muchísimas gracias!». Lucía