Nuestra huida a los cielos - Alfa y Omega

Nuestra huida a los cielos

Maica Rivera
Detalle de la portada

Festejamos el centenario del nacimiento de Ray Bradbury con esta edición conmemorativa de lujo, numerada, de su gran obra maestra, que le consolidó como uno de los grandes valores de las letras norteamericanas. Ocurrió que el autor estadounidense se vio impelido en 1949 a reordenar una serie de cuentos de ciencia-ficción para que pudieran ser publicados como novela un año después, y así consiguió marcarse uno de los hitos del género. Dedicados a su mujer, Marguerite, «con todo el amor», son 25 relatos que transcurren entre 1999 y 2026 para narrar nuestra colonización de Marte ante la inminente destrucción de la Tierra, desde las primeras expediciones más catastróficas de base hasta la culminación de todas las vicisitudes con la autoproclamación de la última oleada de terrícolas exiliados como los nuevos marcianos, que tras sangre, sudor y lágrimas (y semiasfixia por el aire enrarecido) de un par de generaciones, nos queda representada por una pequeña familia: Timothy, Michael, Robert, papá y mamá. Muchos colonos llegan con la idea de convertir el sereno planeta en una reproducción de la Tierra, que augura su peor versión de vertedero y contenedor de quioscos de perritos calientes. Sin embargo, las últimas páginas apuntan a la esperanza de un renacer de la humanidad, de espaldas a esa Tierra autodestruida por la guerra nuclear. Eso sí, donde pudo haber épica quedó uno de los tonos elegíacos más excelsos de la historia de la literatura.

Bradbury es sugestivo y penetrante. Pero, sobre todo, es pura exquisitez, profundidad y poesía (¡qué deleite cuando nos sorprende, y de qué manera, con los versos de lord Byron!). Son legendarias sus descripciones paisajísticas por las que siempre le recordaremos, recreando las colinas azules del templado y apacible Marte, las mellizas lunas blancas que suben en la noche y el pálido desierto. Qué decir de la fascinación que suscitan sus primeros marcianos que nos dejan su impronta de criaturas místicas, telépatas, de etérea belleza: tez clara, un poco parda, ojos rasgados y amarillos, voces suaves y musicales. Y lo más impactante: también miran al cielo inmenso de Marte «como si en cualquier momento pudiera replegarse sobre sí mismo, contraerse, y arrojar sobre la arena un resplandeciente milagro». Porque lo que Bradbury propone con esta huida hacia adelante es todo menos escapismo. Nos lanza a Marte para mirarnos a nosotros mismos desde la lejanía y que sintamos extrañamiento, soledad y horror ante aquello en lo que nos convertimos cuando empuñamos un arma de fuego. También nos cuenta que podemos escapar de un planeta, pero nunca de nosotros mismos. Lo muestra con peligrosas alucinaciones, proyecciones de los propios miedos que generan violencia, hacia el otro, el diferente y lo desconocido. Ahí contemplamos la fantasmagoría más abrumadora de Bradbury, hermanada íntimamente con el drama de Solaris de Stanislaw Lem, en la misma línea en que también nos revela nuestros más preciosos anhelos de eternidad, representados mediante el reencuentro con los seres queridos fallecidos en los pasajes más conmovedores de este clásico fundacional.

Crónicas marcianas (100 aniversario)
Autor:

Ray Bradbury

Editorial:

Minotauro

Año de publicación:

2020

Páginas:

384

Precio:

15,95 €

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