Obispos de EE. UU.: «No podemos cerrar los ojos ante las atrocidades» racistas - Alfa y Omega

Obispos de EE. UU.: «No podemos cerrar los ojos ante las atrocidades» racistas

El racismo «es un peligro real y presente que debe ser afrontado» con «acciones correctas y justas», aunque sean «más difíciles» que la indiferencia, aseguran los presidentes de siete comisiones de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos en un comunicado conjunto

Redacción
Protestas en Minneapolis. Foto: CNS

«Con el corazón roto, asqueados e indignados». Los obispos católicos de Estados Unidos muestran con estas duras palabras su rechazo a la muerte de George Floyd, «otro afroamericano asesinado delante de nuestros ojos». Más aún, denuncian que estos hechos se producen «pocas semanas después de otros hechos similares. Esta es la última llamada a despertar que necesita ser respondida por cada uno de nosotros en un espíritu de decidida conversión».

Así se expresan de forma conjunta en un comunicado, firmado por los presidentes de siete organismos de la Conferencia Episcopal: el Comité ad hoc contra el Racismo, del Comité sobre Diversidad Cultural en la Iglesia, del Comité sobre Justicia Nacional y Desarrollo Humano, del Comité de Actividades Provida, del Comité de Asuntos Ecuménicos e Interreligiosos, del Subcomité de la Campaña Católica para el Desarrollo Humano y del Subcomité sobre Asuntos Afroamericanos.

El racismo, subrayan, «no es una cosa del pasado» ni una mera cuestión política de usar y tirar a la que solo se recurre cuando conviene. «Es un peligro real y presente que debe ser afrontado» con «acciones correctas y justas», aunque sean «más difíciles» que la indiferencia. «No podemos cerrar los ojos ante estas atrocidades y al mismo tiempo seguir tratando de profesar el respeto a toda vida humana». El Dios al que servimos es un Dios «de amor, misericordia y justicia», añaden.

Apoyo «apasionado» a las comunidades

Como «se espera» de ellos, los prelados piden que las manifestaciones de repulsa sean pacíficas. Pero al mismo tiempo subrayan que apoyan «apasionadamente a las comunidades que están comprensiblemente indignadas» y que «demasiadas» veces sienten que su voz no se escucha cuando denuncian las actitudes racistas. Asimismo, denuncian la injusticia de que «para las personas de color algunas interacciones con la Policía pueden estar cargadas de miedo e incluso peligro».

En el comunicado, los obispos firmantes aseguran sus oraciones por el eterno descanso de George Floyd «y de todos los que han perdido su vida en los disturbios», y por el consuelo de sus familias. Suplican el final de la violencia, y que se produzca una investigación completa que permita que se haga justicia.

«Nos unimos a nuestros hermanos obispos desafiando a todos a unirse, particularmente con los que son de contextos culturales diferentes», para buscar «una mayor comprensión entre el pueblo de Dios». En este sentido, alaban la fidelidad de las personas que, después de haberse visto privados históricamente de sus derechos, «siguen sufriendo tristeza y dolor y a pesar de ello se empeñan en perseverar y son personas de una gran fe. Animamos a nuestros pastores a encontrarlos y acompañarlos de forma más auténtica», escuchándolos y aprendiendo de ellos.