Mensaje de vida - Alfa y Omega

Todos los miembros del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española nos hemos unido al dolor y a la esperanza de la Iglesia y de la Humanidad, presentes en la Plaza de San Pedro de un modo nunca visto hasta ahora. Hemos vuelto con el alma llena de gratitud. El Papa ha muerto con fama de santo. En los últimos meses hemos visto cómo el hombre de vitalidad extraordinaria había ido perdiendo las fuerzas físicas y se había quedado incluso sin aquella voz fuerte y bella con la que durante años había hecho resonar por todo el mundo las palabras mismas de Jesucristo: «¡No tengáis miedo!» Juan Pablo II murió anunciando el Evangelio de la Vida con la elocuencia suprema de la propia vida entregada. Su Testamento espiritual nos confirma que centró su misión en lo que constituye el corazón de la obra evangelizadora de la Iglesia: el anuncio de Jesucristo. El Gran Jubileo de la Encarnación, en el año 2000, constituyó la ocasión providencial que orientó el ministerio del Papa en este sentido. Al mismo tiempo, Juan Pablo II llevó adelante con múltiples iniciativas y hondo discernimiento la aplicación del Concilio Vaticano II. Sus cinco visitas apostólicas a España han supuesto un impulso decisivo en la verdadera renovación conciliar. España evangelizada podrá ser así también evangelizadora, como el Papa deseaba.

Al proclamar tantos santos y Beatos, muchos de ellos contemporáneos y compatriotas nuestros, entre ellos, significativamente tantos mártires del siglo XX de todas partes del mundo, Juan Pablo II nos ha recordado a obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos que la santidad es posible para todos y que es necesario aspirar a ella con determinación por los distintos caminos de seguimiento del Señor en fidelidad a las diversas vocaciones y misiones que enriquecen a la Iglesia. El mundo necesita santos. Podemos decir que lo hemos visto estos días de manera especial. Recogemos el desafío y la invitación que para todos supone la palabra y la vida de Juan Pablo II. Descanse en paz.

Comité Ejecutivo del Episcopado español
11 de abril de 2005