¿Qué haces con tu hermano? - Alfa y Omega

¿Qué haces con tu hermano?

Con motivo de la celebración, el domingo 7 de junio, del Día de Caridad, Cáritas Española lanza la segunda fase anual de su campaña institucional que lleva como lema ¿Qué haces con tu hermano? Ama y vive la justicia. La organización invita a adoptar estilos de vida más sostenibles y fraternos para no vivir de espaldas a los dramas del desempleo, el hambre o las migraciones

Redacción

En el marco de la festividad del Corpus Christi, Cáritas invita a vivir la jornada como una oportunidad para construir una nueva fraternidad universal basada en la defensa de la dignidad y los derechos de todas las personas. Y recuerda que «absolutamente todos somos convocados por Dios a vivir la fraternidad, la mesa compartida, construyendo y rehabilitando la vida desde una nueva forma de relación con el otro, especialmente, con las personas que menos tienen, que más sufren».

¿Qué haces con tu hermano? Es la pregunta que plantea Cáritas, y hace un llamamiento a adoptar estilos de vida más sostenibles y fraternos, si no queremos vivir de espaldas a la realidad sangrante que representan los más de 5,4 millones de personas que no tienen trabajo en nuestro país, ni los 845 millones de personas con hambre crónica en el mundo, ni las miles de personas que tratan de buscar una vida más digna cruzando fronteras.

«Pasamos por la vida sin darnos cuenta de que continuamente estamos pisando tierra sagrada, cada vez que nos acercamos a la vida de las personas que nos rodean, cada vez que les acompañamos y acogemos, cada vez que alguien se asoma a nuestra vida y nos dice tengo hambre, tengo sed, te necesito», explican desde la institución.

Junto con todas las acciones de sensibilización, el Día de Caridad es la jornada eclesial del año en el que Cáritas solicita la colaboración económica de toda la sociedad para sostener su actividad socio-caritativa. Por esa razón, todas las colectas dominicales de ese día se destinan a las más de 7.000 Cáritas Parroquiales y las 70 Diocesanas de todo el país.

Y es el momento, también, en el que cada una de esas Cáritas rinden cuentas ante sus comunidades y el conjunto de la ciudadanía del destino de los recursos manejados a lo largo del año para acompañar a las personas en situación más precaria para que puedan acceder a sus derechos y vivir con dignidad.

Manifiesto

Nuestra época está marcada por las desigualdades sociales, la pobreza, el hambre, y sobre todo la pérdida de derechos fundamentales… La exclusión de las personas y las familias más pobres crece de forma escandalosa. Los ricos son más ricos, y los pobres son más pobres, más numerosos y con menos derechos. Millones de personas han quedado tiradas, descartadas, excluidas, en la cuneta de nuestra sociedad, de nuestro mundo.

Ante esta situación de empobrecimiento y pérdida de derechos, reafirmamos, una vez más, la centralidad y la prioridad de la persona humana por encima de cualquier interés político, ideológico o económico.

El lamento de las víctimas que provoca la injusticia estructural del sistema capitalista, retumba en nuestros oídos permanentemente y golpea nuestras conciencias para que no permanezcamos indiferentes. Escapemos de la globalización de la indiferencia, que nos lleva a pensar sólo en nosotros mismos y nos vuelve insensibles al sufrimiento del prójimo. Martin Luther King decía: «No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena».

Ha llegado el momento para conmovernos y movernos, para encontrarnos con el hermano caído. Somos guardianes del bienestar de nuestros hermanos y hermanas, somos guardianes de sus derechos, de los que reconocen nuestra dignidad inalienable. Por ello, desde Cáritas queremos convocar a todos a vivir la fraternidad comprometida.

«La medida de la grandeza de una sociedad está determinada por la forma en que trata a quien está más necesitado, a quien no tiene más que su pobreza» dice el Papa Francisco. También la medida de nuestra grandeza humana y cristiana vendrá determinada por la respuesta que vayamos dando con nuestra vida práctica a esta pregunta: ¿Qué has hecho con tu hermano? «Lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,40).

Por eso es necesario comprometerse en la transformación radical de esta sociedad, para construir una alternativa más humana, fraterna y solidaria en la que:

– Todo se ponga al servicio de los seres humanos, especialmente los más empobrecidos.

– Se garantice a todo el mundo la vivienda, la salud, la enseñanza y el trabajo dignos.

– Se asegure la calidad de los servicios públicos evitando convertirlos en negocio privado.

– Toda la ciudadanía pueda disponer de una renta mínima para vivir dignamente.

– El capital y las finanzas estén controlados por los poderes públicos.

– Se asegure unos servicios sociales adecuados, que atiendan verdaderamente a los sectores más vulnerables para que puedan vivir con dignidad.

– Haya justicia distributiva real para que el bien común prevalezca sobre el bien privado.

Cáritas Española / Redacción