María Lasa, directora de Residencias de Laguna: «Me quedo con los agradecimientos de las familias» - Alfa y Omega

María Lasa, directora de Residencias de Laguna: «Me quedo con los agradecimientos de las familias»

María Lasa es directora de Residencias. En estos días han atendido a 22 residentes sin deterioro cognitivo y 19 personas con alzhéimer. Para María, en este tiempo de confinamiento, es clave acompañar a la personas mayores, para que se sientan cuidadas, y facilitar la comunicación constante con la familia. «Eso da la seguridad de saber que están en buenas manos»

Ana María Pérez Galán
María Lasa
Foto: Ana María Pérez.

¿Qué supone trabajar con mayores en esta época de coronavirus?
Supone todo un reto, tanto desde el punto de vista humano como del asistencial, porque hay que estar pendiente de muchas cosas a la vez: familiares, residentes, informaciones de las autoridades sanitarias, profesionales… Desde el principio decidimos tomar medidas drásticas, como restringir visitas a familiares y cuidadores, y hemos intentado que el aislamiento estuviera acompañado de un trato al residente personal y cercano.

Y ese trato humano, ¿cómo se compatibiliza con el aislamiento?
Nos hemos volcado en tener mucha más cercanía, para suplir el cariño físico que no les llegaba de las familias. Incluso con EPI y mascarillas, el cariño y el interés real se perciben. Por ejemplo, hemos cambiado algunas piezas del mobiliario y hemos mejorado detalles de decoración para que se sientan más cómodos en su habitación. Hemos intentado hacer más actividades, para que ocupen el tiempo en cosas que les gustan, y se ha promovido un taller de lectoescritura con revistas, para no estar siempre pendientes de las noticias.

También celebramos el Día del Libro con ayuda de voluntarios jóvenes que escribieron una carta personalizada para cada residente, encartada dentro de un libro que les regalamos en la fundación. Como salió bien, hemos organizado videoconferencias con estos chicos. Y el Día de la Madre una tienda de flores de Madrid, Aflore Mío, quiso tener un detalle con las residentes. Hemos celebrado cumpleaños, fiestas especiales… porque hay que celebrar, la vida sigue. En realidad todo es poco, porque cada persona merece todo lo que le podamos dar.

¿Y en el aspecto psicológico?
El psicólogo ha organizado una dinámica para ayudarlos en el proceso de duelo. Como algunos de los residentes han fallecido, para acompañar al resto en el duelo se les ha contado lo que ha sucedido. Esto también ayuda a los profesionales que han tenido pérdidas.

¿Cómo habéis abordado el trato con las familias?
Desde el principio se han gestionado videoconferencias. Se conectaban tres veces por semana, y algunas además a diario por teléfono. Además, el médico hablaba a diario con todas las familias, tuvieran o no síntomas de coronavirus. La enfermera y la terapeuta también les contaban lo más significativo.

Además del reto humano con pacientes y familias, ¿qué más retos habéis encontrado?
Gestionar el día a día de los profesionales que se ocupan de los mayores. Se han volcado. El equipo es increíble desde el punto de vista profesional y humano. El funcionamiento del equipo, desde limpieza al médico, pasando por cada una de las auxiliares, y su grado de compromiso ante el miedo y la inseguridad, han hecho que den lo mejor de sí.

Otro reto ha sido la coordinación interna con el equipo sanitario que tenemos en nuestro hospital, para realizar un proceso correcto. En Laguna se han recuperado del coronavirus seis residentes, tres con deterioro cognitivo.

¿Qué habéis aprendido de esta crisis en la forma de cuidar?
Ha hecho que estemos pendientes de cualquier pequeño síntoma. Como había que evitar la posibilidad de contagio, todo el equipo ha estado siempre pendiente de cada residente. Además, a nivel físico nos hemos volcado en las terapias y la movilización, para mantenerlos siempre activos. Se han hecho muchísimas terapias individuales, porque somos muy conscientes de que cada persona mayor necesita un trato muy personal, muy profesional y muy cercano.

¿Se queda con algo en especial?
Con los agradecimientos de los familiares. Hemos tenido muchísimos. Un marido, cuya esposa se ha recuperado de coronavirus y ya es PCR negativo, me escribía: «Quisiera dejar constancia de que, si no es por vuestros cuidados, profesionalidad, cariño y conocimientos, ahora sería solo un número en las estadísticas. No sé cómo podré agradeceros todo. Que sepáis que lo que habéis hecho nos ha salvado la vida a los dos». Lees eso y todo esfuerzo te compensa.