Rafael Vázquez pide salir del confinamiento «con más ganas de trabajar por la fraternidad»

La asociación Arco Forum reunió a los representantes de las distintas tradiciones religiosas presentes en nuestro país «para reflexionar y orar por la humanidad en este tiempo de pandemia por el COVID-19», explicó Temir Naziri, presidente ejecutivo de la organización. La cita se organizó este sábado con motivo del Día Internacional de la Convivencia en Paz declarado por las Naciones Unidas y dos días después de la Jornada de Oración por la Humanidad propuesto por el Alto Comité para la Fraternidad Humana.

Al inicio del encuentro, Naziri tuvo un «recuerdo especial para los trabajadores sanitarios, de emergencias y otros profesionales esenciales que están en la primer línea de la lucha para salvarnos» del coronavirus. A los ojos del creador, «salvar vidas humanas y beneficiar a la humanidad son esfuerzos muy nobles».

El presidente ejecutivo de Arco Forum subrayó, además, «nuestra obligación de ayudar y apoyar a los necesitados», en un momento en el que «nuestros vecinos y comunidades se están enfrentando a la enfermedad, al dolor, a las dificultades económicas o a la soledad del autoaislamiento».

El encuentro, moderado por la delegada de Ecumenismo de la diócesis de Osma Soria Maite Eguiazábal, contó con representantes musulmanes, budistas, judíos, ortodoxos, evangélicos o bahá’ís. El sacerdote Rafael Vázquez Jiménez, delegado de Ecumenismo de Málaga, fue el encargado de representar a la Iglesia Católica.

Superar diferencias

Durante su breve alocución, el también director de la Comisión de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española aseguró que «Dios ha escuchado el clamor de su pueblo» y «no es indiferente ante el dolor. Nuestros gemidos y lamentos hacen eco en su corazón».

De igual modo, «todos los que nos llamamos creyentes estamos llamados a acoger en nuestro corazón el gemido, el lamento y el dolor de nuestro pueblo, especialmente en esta situación tan dolorosa y que tanto sufrimiento ha causado en nuestra gente».

Por último, Vázquez Jiménez destacó que la situación de pandemia actual «nos han separado del hermano» y con ello «hemos experimentado la necesidad del hermano para vivir». De este modo, pidió al Señor «que nos ayude para que esta nostalgia sea una lección para superar diferencias y poder reconciliar diversidades», y para que nos haga salir de este confinamiento «con más ganas de trabajar por la fraternidad».

El sacerdote y delegado de Ecumenismo de la diócesis de Málaga concluyó su intervención rezando el padrenuestro.