El Papa pide a la UE afrontar las consecuencias de la pandemia con «espíritu de colaboración» - Alfa y Omega

El Papa pide a la UE afrontar las consecuencias de la pandemia con «espíritu de colaboración»

Durante el rezo del regina, Francisco ha tenido un recuerdo para Europa, África y para todas las madres del mundo, al mismo tiempo que ha explicado que para alcanzar la gloria del cielo «el camino es Jesús: es tener una relación viva con Él, imitarlo en el amor y seguir sus pasos»

José Calderero de Aldecoa

El Papa Francisco ha aprovechado su discurso después del rezo del regina para reivindicar la Declaración de Schuman, que «inspiró el proceso de integración europea, permitiendo la reconciliación de los pueblos del continente, después de la Segunda Guerra Mundial, y el largo período de estabilidad y paz que disfrutamos hoy».

Con motivo de su 70 aniversario, sucedida el 9 de mayo de 1950, el Pontífice ha pedido que «el espíritu de la Declaración Schuman no deje de inspirar a quienes tienen responsabilidades en la Unión Europea, llamados a enfrentar las consecuencias sociales y económicas de la pandemia en un espíritu de armonía y colaboración».

El Santo Padre ya se había acordado del viejo continente durante la Misa celebrada esta mañana en Santa Marta: «Hoy le pedimos al Señor que Europa crezca unida en esta unidad de hermandad que hace que todos los pueblos crezcan en unidad en la diversidad».

Juan Pablo II en África

Tras el regina, el Papa también ha fijado su mirada en África al cumplirse 40 años del viaje que hizo por primera vez san Juan Pablo II a la región. Entonces, el Papa polaco «dio voz al grito de las poblaciones del Sahel, severamente probado por la sequía».

«Hoy felicito a los jóvenes que trabajan en la iniciativa Laudato Si’ Alberi . El objetivo es plantar al menos un millón de árboles en la región del Sahel que pasarán a formar parte de la ‘Gran Muralla Verde de África’. Espero que muchos puedan seguir el ejemplo de solidaridad de estos jóvenes», ha comentado Francisco.

Minuto de silencio por los madres

Por último, en el día en el que muchos países celebran el Día de la Madre, el Papa ha pedido un minuto de silencio «para recordar cada uno a su madre». Por su parte, ha recordado «a todas las madres con gratitud y afecto, confiándolas a la protección de María, nuestra madre celestial. El pensamiento también se dirige a las madres que han pasado a otra vida y nos acompañan desde el cielo».

El Camino, la Verdad y la Vida

Previamente, el Pontífice ha reflexionado sobre el Evangelio de hoy en el que «Jesús pide que “No se turbe vuestro corazón”. También nos lo dice a nosotros, en los dramas de la vida. Pero, ¿cómo podemos evitar que el corazón se enoje?».

Bergoglio ha explicado dos remedios sacados del propio Jesús. «El primero es: “Ten fe en mí”. El Señor sabe que, en la vida, la peor ansiedad, la perturbación, surge de la sensación de no lograrlo, de sentirse solo y sin puntos de referencia frente a lo que sucede. Esta angustia no se puede superar sola. Necesitamos la ayuda de Jesús, y por esta razón Jesús pide tener fe en él, es decir, no apoyarse en nosotros, sino en Él. Porque la liberación de la perturbación pasa por la confianza».

El segundo remedio, «Jesús lo expresa con estas palabras: “En la casa de mi Padre hay muchas viviendas. […] Voy a preparar un lugar para ti”. Jesús nos reservó un lugar en el cielo. Él tomó nuestra humanidad sobre sí mismo para llevarla más allá de la muerte, a un nuevo lugar, al cielo, de modo que donde Él esté, nosotros también. Es la certeza que nos consuela: hay un lugar reservado para cada uno. También hay un lugar para mí. No vivimos sin rumbo y sin destino. Se nos espera, somos preciosos. Dios está enamorado de nosotros, somos sus hijos. Y para nosotros ha preparado el lugar más digno y hermoso: el cielo. No lo olvidemos: la vivienda que nos espera es el cielo. Aquí estamos de paso. Estamos hechos para el cielo, para la vida eterna, para vivir para siempre».

Pero, ¿cómo llegar al cielo? «Jesús hoy dice: “Yo soy el camino”. Para subir al cielo, el camino es Jesús: es tener una relación viva con Ël, imitarlo en el amor y seguir sus pasos», ha concluido el Papa.