Distintas religiones se unen en Venezuela para «contribuir a una solución» a la crisis - Alfa y Omega

Distintas religiones se unen en Venezuela para «contribuir a una solución» a la crisis

El Consejo Interreligioso Social de Venezuela, constituido el 22 de abril, pretende «sensibilizar a todos los sectores del país de que esto no se resuelve si no enarbolamos la bandera del bien común», asegura a Alfa y Omega el secretario general de los obispos venezolanos

María Martínez López
Foto: EFE / Miguel Gutiérrez.

«Si las relaciones sociales no mejoran vamos a tener situaciones de protesta que generen más muerte y miseria», apunta a Alfa y Omega monseñor José Trinidad Fernández, secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana, después de unos días marcados por nuevos estallidos de violencia en el país. A los disturbios de la semana pasada en varias ciudades le siguió la muerte de 46 personas el viernes durante un motín en la cárcel de Los Llanos, que una diputada opositora local ha atribuido a la negativa de las autoridades carcelarias de permitir que las familias de los presos les entregaran comida; y por último el supuesto desembarco en Macuto, instigado según el régimen de Maduro por Estados Unidos y Colombia.

Más allá de los acontecimientos concretos, a la Iglesia en Venezuela le preocupa el sentimiento de «desolación y desesperanza», cada vez más generalizado entre la población. Por ello, toda su acción social se hace desde la perspectiva del «acompañar», aunando la acción efectiva con ofrecer «una palabra de aliento», explica el también obispo auxiliar de Caracas. «Nuestro trabajo y el del resto de confesiones es intentar alimentar la fe y la esperanza del pueblo para que venzan al miedo y la angustia».

Con este objetivo en mente se ha dado un paso más: la constitución, el 22 de abril, del Consejo Interreligioso Social de Venezuela, que agrupa a entidades cristianas de distintas confesiones, judías, y organizaciones sociales «para promover el bien común y, desde la pluralidad, generar consenso sobre los problemas que vive la sociedad» y «contribuir a una posible solución» favoreciendo «la comprensión y aceptación» mutuas.

La idea de poner en marcha el Consejo surgió en una reunión de líderes religiosos en noviembre de 2019, y se basa en la certeza de que las instituciones inspiradas por la fe tienen un «rol profético» que cumplir: «Podemos ser anunciadores de paz y de reconciliación. Siempre desde la justicia; solo habrá paz si hay justicia y bienestar», asegura el obispo.

Foto: Conferencia Episcopal de Venezuela

Asistencia humanitaria y sensibilización política

Entre los objetivos del Consejo tal como se presentaron en rueda de prensa se incluyen favorecer el entendimiento recíproco entre comunidades religiosas y actores sociales y animar la labor de «todas las personas de buena voluntad» que buscan la construcción de un mundo de «paz, solidaridad y respeto».

También pretenden planificar acciones conjuntas para promover la dignidad humana y ejecutar «respuestas oportunas de asistencia humanitaria a los grupos más vulnerables», aprovechando la presencia que las distintas confesiones religiosas tienen sobre el terreno.

Otra de sus prioridades es «sensibilizar a los líderes políticos para que restablezcan con urgencia una cultura del diálogo y la paz», basada en los derechos humanos, el respeto a las instituciones democráticas y el estado de Derecho. El secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana confirma a Alfa y Omega que están abiertos a reunirse «con todos los sectores del país», y muestra su esperanza de que este propósito «se cristalice y podamos encontrarnos» también con representantes públicos.

«Queremos sensibilizar a todos los sectores del país de que esto no se resuelve si no enarbolamos la bandera del bien común. Todos tenemos que contribuir a la paz social», continúa el también obispo auxiliar de Caracas.

Ronda de contactos

De momento, y tras el lanzamiento, «estamos en comunicación con distintas instituciones, incluidas las que promueven una cultura de paz», dando a conocer el proyecto. Quieren contar con un buen asesoramiento para que las acciones que emprendan más adelante lleguen a buen puerto. «En segundo lugar hay que ver qué organizaciones pueden ayudarnos» en este camino.

«No buscamos protagonismos y no somos la solución, pero sí podemos aportar», asegura monseñor Fernández. Tampoco «queremos rivalizar ni crear más diatribas» en medio de un ambiente social y político ya demasiado volátil.