El Papa insta a dejar de orbitar en torno a uno mismo para hacer algo por los demás - Alfa y Omega

El Papa insta a dejar de orbitar en torno a uno mismo para hacer algo por los demás

Comentando el pasaje de los discípulos de Emaús, el Santo Padre ha animado a dejar de centrarnos «en las decepciones del pasado y caminar hacia delante mirando la realidad más grande y verdadera de la vida: Jesús está vivo y me ama»

Redacción
El Papa bendice la plaza de San Pedro vacía. Foto: Vatican.va

El Papa ha invitado a los católicos a dejar de orbitar en torno a sí mismos para hacer algo por los demás. Ha sido la conclusión de sus palabras después del rezo del regina coeli, la oración que sustituye al ángelus en tiempo pascual y que la tradición la atribuye a san Gregorio Magno.

«Este es el punto de inflexión: dejar de orbitar en torno a uno mismo, en torno a las decepciones del pasado, en torno a los ideales incumplidos y caminar hacia adelante mirando la realidad más grande y verdadera de la vida: Jesús está vivo y me ama», ha señalado el Pontífice desde el estudio privado del Palacio Apostólico sin fieles por las medidas de confinamiento impuestas por el coronavirus.

Así ha especificado: «La realidad más importante de la vida es que Dios me ama. Escojamos el camino de Dios y no el del yo. Descubriremos que no hay imprevistos o noches que no podamos afrontar junto a Jesús».

Estas reflexiones giraban en torno al pasaje de los discípulos de Emaús, que se lee en la Misa de este domingo. El Papa se ha centrado en el punto de inflexión que vivieron, de hacer un camino fácil y de día tristes, y un camino cuesta arriba y ya cansados, pero animosos y alegres. Pasaron «de los pensamientos sobre mi yo, a la realidad de mi Dios; de los si» en condicional («si Él nos hubiera liberado, si la vida hubiera ido como yo quería» a decir «sí» a Dios.

El si condicional «no ayuda, no es fructífero, no nos ayuda a nosotros ni a los demás». Pero con la ayuda de Jesús los discípulos pudieron pasar al otro sí: «Sí, el Señor está vivo, camina con nosotros. Sí, ahora, no mañana, nos ponemos en camino de nuevo para anunciarlo». Este cambio lleva a pensar automáticamente en los demás, en qué se puede hacer para alegrarlos o servirlos.

De la lamentación al servicio

Por eso, Francisco ha instado a los cristianos a hacer un esfuerzo y pasar de «las lamentaciones a la alegría del servicio». Por ello ha destacado que los cristianos deben elegir «el camino del Señor y no el del yo».

Finalmente, ha aprovechado el rezo dominical para pedir compromiso global para combatir la malaria al tiempo que ha mostrado su cercanía a los enfermos y a los que los curan, así como a los que luchan por un buen sistema asistencial de base.

Unas horas antes, en la celebración de la Misa en Casa Santa Marta, el Pontífice ha recuperado el relato de Emaús y su descripción de la tristeza inicial de los discípulos para ofrecer la Misa «por todos aquellos que sufren la tristeza, porque están solos o porque no saben qué futuro les espera o porque no pueden llevar adelante su familia porque no tienen dinero, porque no tienen trabajo».

Europa Press / Redacción