Dios en prime time
Atreseries emitió este domingo Por muchas razones, una miniserie creada por el CEU, la ACdP y Producciones Número 52 que «trata de hacer llegar a los jóvenes el mensaje primigenio de la Iglesia, que no es otro que el de que Cristo ha muerto por ellos»
El pasado sábado, 18 de abril, en horario de máxima audiencia y no precisamente en una celebración litúrgica, sino en una serie para adolescentes, Jesucristo hizo acto de presencia en la televisión española. Su mano llagada le da al stop de las cintas que Jota, el protagonista, encuentra en la puerta de su casa y que se convierten en el hilo conductor de Por muchas razones. La miniserie, estrenada por Atreseries, fue creada por Producciones Número 52 con el respaldo de la Fundación Universitaria San Pablo CEU y la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP).
La idea surgió de la ACdP de Bilbao, «donde tenían la preocupación de hacer una serie que sirviera para neutralizar los efectos adversos de otra que hubo en su momento, titulada Por trece razones, que te daba todas las causas habidas y por haber para suicidarte», asegura Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la ACdP, en conversación con Alfa y Omega.
Por ello, encargaron un proyecto a Producciones Número 52. «Cuando vimos el resultado, consideramos que era algo tan extraordinario que merecía la pena darle la máxima difusión posible. Inicialmente se había concebido para proyectar en las Jornadas Católicos y Vida Pública de Bilbao, donde lo verían unas centenares o miles de personas, pero el resultado era de tanta altura que merecía la pena que lo vieran millones de personas, como puede que ahora ocurra teniendo en cuenta las audiencias de Atreseries y Atresplayer —plataforma digital donde ha quedado alojada la serie—», confía Bullón.
Mismo mensaje, distinto lenguaje
Pero más allá de neutralizar el efecto de Por trece razones, la serie de Producciones Número 52, el CEU y la ACdP «trata de hacer llegar a los jóvenes el mensaje primigenio de la Iglesia, que no es otro que el de que Cristo ha muerto por ellos», explica el presidente de los propagandistas. El problema es que «muchas veces ese mensaje no se sabe bien cómo hacer que llegue a la juventud». Sin embargo, «es el mensaje más importante de la Iglesia, y hay que buscar los canales más apropiados para que les llegue y para que se puedan plantear una serie de preguntas y respuestas».
En este sentido, «hay que tener en cuenta que las series son uno de los productos que más se ven. Pero esas series, ¿qué contenidos suelen tener?», se pregunta Bullón de Mendoza. «La realidad es que sus contenidos son muy ajenos a la doctrina católica. Es una especie de compilación de los males del mundo». Por eso, «es muy importante tratar de hacer un tipo de producto que defienda los valores católicos, pero que los defienda con el lenguaje de hoy. Es decir, que aquella persona que no esté convencida pueda sentarse delante de la televisión y decir: “Qué interesante. Luego ya compartiré o no compartiré el mensaje, pero esto tiene una trama que se puede ver y un lenguaje que yo entiendo”», concluye.
«Un canto a la vida»
El encargado de convertir el mensaje original de la Iglesia en una serie juvenil ha sido Diego Blanco Albarova. Su creador define Por muchas razones como «un canto a la vida», y también como «una crítica feroz a la antropología que propone Por trece razones». La idea que transmite es «que la vida merece la pena ser vivida aun cuando existan dificultades. Hay alguien que te quiere mucho y que te puede dar una vida nueva: Jesucristo».
A Blanco se le ocurrió la idea de la serie después de un verano en el que acudió a dar varias charlas sobre las series de televisión en campamentos católicos. «Después de las charlas solía surgir un debate, y siempre me hablaban de la serie Por trece razones. Entonces, yo les preguntaba: “¿Pero tiene razón esta chica en suicidarse?”. “Hombre, claro que tiene razón, le han pasado muchas putadas, pobrecita, ¿qué va a hacer?”. Y eso que estaba en campamentos católicos. Ahí me di cuenta hasta dónde va calando el mensaje dañino de este tipo de series y decidí hacer algo al respecto».
Además, el tema del suicidio no es algo ajeno a la propia experiencia vital de Diego Blanco. Él mismo se sintió tentado de hacerlo durante su adolescencia, después de que todo se desmoronara tras la muerte consecutiva de dos sacerdotes amigos. «Una voz interior me impulsaba a saltar desde la azotea». Pero no lo hizo, gracias, en parte, a la cultura católica: «El libro de Tolkien El Señor de los anillos hizo que desapareciera para siempre aquella voz de mi interior», asegura.
Tras aquella experiencia, escribió un libro y estrenó un documental —por el que fue galardonado en EE. UU. con el Gabriel Award de 2019 a la mejor película documental—, titulados Un camino inesperado, en el que explica el trasfondo católico de la obra de J. R. R. Tolkien. Ahora vuelve a situarse al frente de una producción católica para dar esperanza a los jóvenes.