La CEE llama a la corresponsabilidad ante la preocupante situación económica de diócesis y parroquias - Alfa y Omega

La CEE llama a la corresponsabilidad ante la preocupante situación económica de diócesis y parroquias

Además, ha pedido por carta a obispos y sacerdotes que donen parte de su sueldo o hagan una aportación durante un tiempo para ayudar a los más vulnerables, una invitación que se extiende a toda la comunidad cristiana

Fran Otero
Foto: María Pazos Carretero.

La Comisión Ejecutiva ha enviado una carta a todos los obispos españoles en la que les invitan a ellos y a sus sacerdotes, así como al resto de la comunidad cristiana, a ser generosos y corresponsables económicamente ante los efectos que está generando la pandemia del COVID-19. Una ayuda que tiene como prioridad las personas más vulnerables, pero que no debe perder el horizonte del sostenimiento de diócesis y parroquias.

«En estas semanas, hemos pedido dinero para Cáritas y OMP, y comienza la campaña de la Renta con la invitación a todos a asignar en favor de la Iglesia, recordando también la existencia del portal donoamiiglesia.es, en el que es posible realizar aportaciones económicas de modo sencillo a las diversas instituciones eclesiales, incluidas las parroquias», se puede leer en la misiva.

En este sentido, la Ejecutiva de la CEE reconoce que la economía de diócesis y parroquias se está resintiendo con los templos cerrados y la interrupción de las colectas y otros ingresos. Y añaden: «Es fácil de prever que en el futuro disminuirán los ingresos habituales y la asignación tributaria se resentirá en los próximos ejercicios ante la probable disminución de la recaudación por IRPF, motivada por la crisis económica que se nos viene encima».

Desarrollar la comunión de bienes

Así las cosas, insiste en convocar «a la corresponsabilidad de todos en el sostenimiento de la Iglesia y en la solidaridad con los pobres de cerca y de lejos». Pero lo hacen, obispo y sacerdotes, dando ellos el primer paso y, por ello, la CEE propone que estos dediquen una parte de su sueldo o una portación fija durante un tiempo: «El dinero recaudado podría ser destinado a ayudar a quienes sufrirán más la crisis económica en la que nos está sumiendo la paralización de la vida económica».

Y añade: «Si el confinamiento ha desarrollado nuestra imaginación pastoral, también hemos de crecer en esta expresión de la comunión cristiana de bienes, la corresponsabilidad en el sostenimiento de la Iglesia y la solidaridad, especialmente en esta hora».

Finalmente, recuerdan la respuesta generosa de la Iglesia ante las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de esta crisis: «Singularmente a través de la acción de sus Cáritas parroquiales y diocesanas, de la vida consagrada en residencias de mayores y servicios sociales, junto con otras muchas iniciativas de instituciones y organizaciones eclesiales; también con la participación de tantos católicos en ONG y asociaciones civiles».