El doble golpe - Alfa y Omega

El doble golpe

El coronavirus va a dejar profundas secuelas a varios niveles y debemos hacer un esfuerzo conjunto para evitar que se necrose la herida

Alfa y Omega
Foto: Dolores Hernández

Es muy difícil aventurar cuándo volveremos a cierta normalidad –si entendemos esta como la vida fuera del confinamiento–, con qué restricciones lo haremos o si va a cambiar la forma que tenemos de relacionarnos. Pero sí está claro que el coronavirus va a dejar profundas secuelas a varios niveles y, como sociedad, debemos hacer un esfuerzo conjunto para afrontarlas y evitar que se necrose la herida.

Sin escamotear razones para la esperanza, que siempre las hay, no se puede dulcificar la realidad ni infantilizar a los españoles: las cifras de fallecidos son escalofriantes y encima probablemente son parciales. En espera de una vacuna, son muchas las familias a las que el COVID-19 va a golpear de lleno, sin que puedan decir adiós en condiciones a sus seres queridos. Y los grupos más expuestos, como los mayores, pueden sentirse solos y acosados por la enfermedad. Hay que estar a su lado, a imagen de lo que ya están haciendo distintas entidades, entre ellas la Iglesia.

Al mismo tiempo, el cese de buena parte de la actividad económica ha castigado a los trabajadores más vulnerables –como muestra esta semana Alfa y Omega– y amenaza con llevarse por delante otros muchos puestos, dejando a familias enteras sin ingresos. En un mensaje a los movimientos populares fechado el Domingo de Resurrección, el Papa incide en que «tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan».

Como también ha pedido Cáritas Española, que siempre está a pie de calle, es necesario abordar el debate sobre una renta mínima y aumentar las ayudas para las familias más vulnerables. Pero estas serán insuficientes e incluso desincentivadoras si no van acompañadas de más medidas reales para los trabajadores y las empresas, que son el motor del empleo. Sin ánimo de ser exhaustivos, hay que reducir los gastos y las trabas de los autónomos, hay que ofrecer liquidez a las pymes para que no echen la persiana y puedan retomar su actividad, hay que incentivar que las corporaciones con más pulmón contribuyan ahora… Solo así resistiremos. Solo así nos levantaremos de este doble golpe.