El Papa pide por los ancianos que viven con miedo a morir solos por el coronavirus - Alfa y Omega

El Papa pide por los ancianos que viven con miedo a morir solos por el coronavirus

Durante la Eucaristía de este miércoles, Francisco ha explicado que la fidelidad del creyente «es respuesta a la fidelidad de Dios», que «camina con su pueblo» con paciencia, «hace horas extra» por amor y le transmite alegría y fiesta

Redacción
Foto: Vatican Media

El Papa Francisco ha vuelto a dirigir su pensamiento en la mañana de este miércoles a los ancianos. En particular, a «quienes están aislados o en las residencias» y tienen «miedo de morir solos. Sienten esta pandemia como algo agresivo para ellos». Recordando que «ellos son nuestras raíces, nuestra historia. Ellos nos han dado la fe, la tradición», el Santo Padre ha ofrecido la misa diaria en Casa Santa Marta para que «el Señor esté cerca de ellos en este momento».

En la homilía, Francisco ha continuado las reflexiones del martes sobre la fidelidad. Si el martes de Pascua habló de María Magdalena como ejemplo de discípula fiel, en este día el Santo Padre ha explicado la fidelidad de Dios. Nuestra propia fidelidad —ha comenzado apuntando el Papa— «no es más que una respuesta» al «Dios fiel». Él «camina con su pueblo» y «continuamente se hace sentir como el Salvador». También es capaz de re-crear, de sanar y consolar, para mantener vivas las promesas.

Como el pastor que al final de la jornada va a buscar la oveja perdida, «nuestro Dios es un Dios que trabaja horas extras, pero por amor»; no a cambio de una compensación. «Es la fidelidad de la gratuidad, de la abundancia». Por eso también su fidelidad es alegre, tiene tono de fiesta al regreso del hijo pródigo, y de la alabanza del paralítico sanado por san Pedro cuando entra al templo.

Pero, al mismo tiempo, Dios muestra su fidelidad por medio de la paciencia. «Escucha al pueblo, lo guía, le explica lentamente las cosas y enardece su corazón», como Jesús en el Evangelio del día con los discípulos de Emaús. «La fidelidad de Dios es lo que no sabemos qué pasó en ese diálogo, pero fue el Dios generoso que buscó a Pedro, el que lo negó. Solo sabemos que el Señor ha resucitado y se le ha aparecido a Simón: lo que pasó en ese diálogo no lo sabemos. Pero sí, sabemos que fue la fidelidad de Dios la que buscó a Pedro. La fidelidad de Dios siempre nos precede». La fidelidad de los creyentes es «alabar esta fidelidad, ser fiel a esta fidelidad».