CONFER anima a «vendar corazones desgarrados» y a «consolar a los afligidos» en un «mundo herido» - Alfa y Omega

CONFER anima a «vendar corazones desgarrados» y a «consolar a los afligidos» en un «mundo herido»

La presidenta y el vicepresidente de los religiosos españoles piden que cuando pase la crisis no todo vuelva a ser igual: «Que lo que nos está desvelando de nuestro mundo, de nuestro modo de vivir, de nosotros mismos, sea brújula nueva en el camino nuevo que estamos llamados a recorrer»

Fran Otero
Foto: CNS

La presidencia de CONFER –la presidenta, Mariña Ríos; y el vicepresidente, Jesús Díaz– han publicado un mensaje con motivo de la Pascua en la que hace una invitación a todos los creyentes, especialmente a los religiosos, a proclamar que Jesús ha resucitado y «está entre nosotros» al «mundo herido», algo que pasa en estos momentos por «vendar corazones desgarrados, consolar a los afligidos, tejer comunidad y fraternidad».

Asimismo, anima a ver todos los signos de «vida nueva» que se nos entregan en «este tiempo de dolor». Signos entre los que cita «la conciencia más fuerte de ser familia humana; las señales de gratuidad, generosidad, vida entregada; la cercanía a los demás a pesar de la distancia física; el cuidado mutuo desde la responsabilidad cotidiana; la posibilidad de reconocer, de poner rostro, a los vecinos a los que tal vez nunca habíamos mirado a los ojos, y con los que nos hermanamos cada día en el aplauso de la tarde; el permanecer al lado de los sufrientes, el acompañar soledades, el servicio menudo y posible a los más frágiles; la creatividad evangélica para buscar nuevas formas, en esta situación, de tender la mano a los otros, de compartir la fe y la oración…».

«Después de la Pascua nada es lo mismo –continúa–, aunque parezca que todo es igual; después de la experiencia pascual que estamos viviendo, nada será lo mismo. Está también en nuestras manos que la vuelta a Galilea no sea la vuelta a lo anterior, a la normalidad; que este misterio de muerte y vida que vivimos no sea un paréntesis, sino que lo que se nos está revelando experiencialmente, lo que se nos está desvelando de nuestro mundo, de nuestro modo de vivir, de nosotros mismos… sean brújulas en el camino nuevo que estamos llamados a recorrer como humanidad y como creyentes».

Recuerdo a las comunidades religiosas afectadas

En el mensaje reconocen que los religiosos y religiosas también están participan del dolor que sufre la población en general. No solo a través de la cercanía, el servicio y la oración, sino también en la propia carne: «Tenemos presentes de modo especial a las religiosas y religiosos, a las comunidades, que están experimentando en ellas mismas la enfermedad y la muerte causada por la pandemia».

«Hoy, cuando aún está oscuro, se nos anuncia la Vida cuando nos acercamos al sepulcro donde sólo esperábamos encontrar muerte, dolor, sufrimiento…; se nos hace presente el Resucitado mostrando sus heridas y comunicándonos su paz que aleja de nosotros los miedos», concluye.