El cardenal Osoro reivindica el amor fraterno: «Tú y yo podemos cambiar el mundo» - Alfa y Omega

El cardenal Osoro reivindica el amor fraterno: «Tú y yo podemos cambiar el mundo»

Este Jueves Santo, cuando el reloj marcaba las 18:00 horas, las cámaras se han puesto en marcha y varios miles de fieles –tanto madrileños como de otros lugares– han podido conectar a través de YouTube con la catedral de Santa María la Real de la Almudena para seguir la Santa Misa de la Cena del Señor

Rodrigo Pinedo
Foto cedida por AFP7

En un templo vacío por la pandemia del coronavirus que golpea al mundo y muy especialmente a la capital de España, el arzobispo de Madrid ha recordado que en este día se conmemora la institución de la Eucaristía y del sacerdocio y la promulgación del Mandamiento Nuevo. «El contenido fundamental del Evangelio y de este Jueves Santo, quizá tan especial para nosotros, sigue siendo este que nos dice Jesús: “Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo”», ha asegurado al inicio de su homilía.

Tras subrayar que, tal y como recogía la lectura del Éxodo, «también vosotros sois una señal en medio del mundo», el cardenal Carlos Osoro se ha detenido especialmente en el lavatorio de los pies, «una escena preciosa», descrita «plano a plano, casi como una película» por el evangelista para «suscitar en la comunidad cristiana una actitud que invada toda nuestra existencia».

En «aquella cultura», ha destacado, lavar los pies «era un trabajo de esclavos» y, al arrodillarse, «Jesús provoca el desconcierto». Es «incomprensible para los discípulos», como muestra Pedro, que el Mesías, el Maestro, se abaje, pero «Jesús no actúa como soberano, actúa como servidor» y «propone una revolución del amor y de la ternura».

«¿Me resisto o seré capaz de acoger al Amor?»

Como hizo entonces, según ha explicado el cardenal Osoro, Él hoy también se arrodilla y «toca lo sucio, toca nuestra fragilidad, toca nuestro pecado» para devolver la «dignidad», como ocurre «cuando amamos como Jesús». «Imagínate que Jesús viene y me dice que me quiere lavar los pies. Qué maravilla. ¿Qué siento? ¿Me resisto o seré capaz de acoger al Amor? Cuántas cosas estamos acogiendo que nos destruyen. Solo el amor del Señor nos construye, nos alienta. […] Dejémonos alcanzar por este amor del Señor en lo profundo de nosotros mismos», ha pedido.

En una intervención en la que ha recordado a los sacerdotes que muestran «cercanía» estos días, a los sanitarios «que se han entregado por tantos enfermos», a los propios enfermos por COVID-19 y a «tantos que lloran por no haberse podido despedir de los familiares que ya han fallecido», el arzobispo de Madrid ha advertido que «esta Eucaristía nos está preparando para lo que puede venir»: «Va a quedar mucha gente al margen y tenemos que ayudarnos. Tú y yo podemos cambiar el mundo».