«Si tenéis algún amigo con un hijo con Síndrome de Down, no lo dudéis, dadle la enhorabuena» - Alfa y Omega

«Si tenéis algún amigo con un hijo con Síndrome de Down, no lo dudéis, dadle la enhorabuena»

Jan nació en noviembre de 2009. Tenía Síndrome de Down. Sus padres, entonces, sintieron el impulso de escribir y grabar su vida. Ahora, seis años después, La historia de Jan va a convertirse en una película-documental. «Transmitir lo que nos estaba ocurriendo, a la gente le servía», asegura Bernardo

José Calderero de Aldecoa

«Miro a Jan y me lleno de amor. Todo está siendo nuevo para nosotros. De pronto la vida pega un giro y cambia su sentido. Sólo han pasado tres días (desde que nos enteramos de la noticia) y ya siento que somos mejores personas. Estos días están siendo duros, no lo voy a negar… pero a la vez emocionantes. Siento el amor a flor de piel. ¡Cuánta gente nos ama! El Síndrome de Down ha llegado a nuestras vidas, todavía no tenemos el resultado de Cariotipo pero nosotros ya lo sabemos. No queremos seguir con los ojos cerrados, desde el primer día que lo vimos lo supimos, y eso que nadie se dio cuenta».

El pequeño Jan Moll Vic nació el 4 de noviembre de 2009. Tenía Síndrome de Down. Su padre, Bernardo, sintió entonces el impulso de escribir su historia. Comenzó el blog La historia de Jan. Estas fueron sus primeras palabras. Poco después las palabras se convirtieron en imágenes. «Al dedicarme a la dirección y montaje, sentía la necesidad de plasmar cada instante», explica el propio Bernardo.

«Empezamos a notar que el transmitir lo que nos estaba ocurriendo, a la gente le servía», asegura el padre de Jan. Después de más de cinco años de grabación, ahora la historia se convertirá en una película-documental. Y para que el proyecto vea definitivamente la luz, Bernardo está pidiendo ayuda a través del crowdfunding.

Una historia de amor

Para Bernardo, la película «es una historia de aceptación, de esfuerzo, de superación». Una historia que «puede ayudar a mucha gente», no solo a familias con hijos con discapacidad. «Creo que en esta vida frenética que llevamos es muy importante parar un poco, es muy importante aprender a sentir, escuchar a nuestros hijos, amar por encima de todo y dejar de valorar a la gente de nuestro alrededor únicamente por su capacidad intelectual».

Mónica, la madre de Jan, por su parte, asegura en las redes sociales: «Si tenéis algún amigo que tiene un hijo con Síndrome de Down, no lo dudéis, dadle la enhorabuena».